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Luigi Giampaolino, presidente del Tribunal de Cuentas: "Más atención al desarrollo"

El presidente Luigi Giampaolino: “Demasiadas medidas sobre los ingresos desalientan los mercados y ralentizan el crecimiento. Habría que conciliar desarrollo y rigor, superando el objetivo de la mera reducción a cero del déficit" - Giampaolino también señala con el dedo la cláusula de salvaguardia que prevé la captación de 20 millones de euros del proyecto de ley de reforma fiscal

“Es natural preguntarse si correcciones tan desequilibradas en el frente de los ingresos y, por tanto, tan negativas para el crecimiento, no están a la base de las recurrentes señales de desconfianza en los mercados”. Hacer la pregunta es el presidente del Tribunal de Cuentas, Luigi Giampaolino, en una audiencia sobre la ley de estabilidad en las Comisiones de Presupuesto de la Cámara y el Senado. Los mercados, ha subrayado el presidente, son "más sensibles a las modalidades de aplicación del reequilibrio ya las perspectivas de desarrollo que al objetivo de mera reducción del déficit a cero".

En resumen, más atención al crecimiento. Giampaolino insiste en este concepto y, de hecho, subraya que "sería necesaria una mayor atención a los elementos de desarrollo en todas las maniobras, habría sido necesaria en las maniobras anteriores y será aún más necesaria en las maniobras siguientes y también en las posteriores". conformación que el Parlamento querrá dar a esta ley de estabilidad”. De ahí la esperanza de que “se preste más atención a los elementos para el crecimiento del desarrollo y no se limite a los ingresos oa una mayor reducción del gasto, que en todo caso necesita ser reelaborado en su tamaño y dimensiones. Debemos tener consideración por aquellos que pueden ser factores de desarrollo”. No hay tiempo que perder: “La urgencia siempre está ahí, siempre es bueno hacer rápido lo que hay que hacer, nunca posponer”.

Giampaolino aprovecha para recordar que ya "al examinar la maniobra de verano" el Tribunal de Cuentas en una audiencia en el Senado había subrayado cómo "un aspecto muy delicado se refería al difícil equilibrio entre las medidas para reequilibrar las finanzas públicas y la 'necesidad, también una prioridad, recuperar condiciones y herramientas para un crecimiento económico menos frágil, quedando claro que, para un país con un stock de deuda pública un 20 por ciento superior al nivel del PIB, sólo un crecimiento económico superior estable permite rutas de retorno realistas".

Para conciliar rigor y desarrollo, se deben implementar medidas que "no separen las intervenciones de reforma de las intervenciones de reducción del déficit", insiste Luigi Giampaolino. “Se fortalece en la Corte la convicción de que el camino a seguir debe apuntar a una reducción efectiva del peso del presupuesto público (ingresos más gastos) sobre el producto interno bruto, de manera de liberar recursos para aumentar el nivel de demanda de ' operadores del mercado' y que, por tanto, la conciliación entre rigor y desarrollo debe encontrarse en maniobras de consolidación que no separen las intervenciones de reforma de las intervenciones de reducción del déficit”.

El presidente del Tribunal de Cuentas también señala con el dedo la cláusula de salvaguardia que prevé la captación de 20 millones de euros del proyecto de ley de reforma fiscal para garantizar la consecución de un presupuesto equilibrado, y que corre el riesgo de "activar una espiral negativa". La inversión de la lógica de la ley habilitante de reforma fiscal-previsional “de un instrumento originalmente concebido para redistribuir la carga tributaria de manera más equitativa utilizando también la totalidad de los ingresos provenientes de la lucha contra la evasión fiscal, a un instrumento inadecuado para cubrir el presupuesto de corrección del déficit” según Giampaolino, constituye un "signo preocupante de los obstáculos, de diversa índole, que impiden un ajuste de las cuentas centrado en la reducción estructural del nivel de gasto público". El riesgo que se corre así, concluye, es que “se active una espiral negativa, en la que dosis crecientes de restricción fiscal sean anuladas por los impulsos recesivos que el presupuesto público transmite a la economía”.

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