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Italia no ha utilizado más de la mitad de los fondos europeos 2007-2014: casi 15 millones en riesgo

El último estudio de Eurispes, actualizado con datos de abril de 2014, indica que Italia no ha gastado más de la mitad de los fondos europeos asignados para el periodo 2007-2013, por un total de 14,39 millones. El tiempo para utilizarlos vencerá el 31 de diciembre de 2015 y el estudio indica que es casi imposible ejecutar el gasto de esos fondos.

Italia no ha utilizado más de la mitad de los fondos europeos 2007-2014: casi 15 millones en riesgo

en período 2007-2013 Italia habría tenido derecho a 27,92 millones de euros de fondos europeos. Solo gastamos un poco más del 45%, o 13,53 mil millones, dejando los 14,39 restantes sin usar. Eurispes lo informa en el último estudio con los datos actualizados a abril de 2014, recordando además que el plazo para el gasto de las subvenciones europeas -dirigidas sobre todo al Sur- expirará el 31 de diciembre de 2015, tras lo cual la Unión ya no estará obligada a desembolsar los fondos que había asignado para el mencionado período presupuestario.

Eurispes dibuja un cuadro del que Italia sale de todo menos halagada. La capacidad de gasto de las entidades italianas es mínima, provocando la pérdida de una cantidad de financiación igual a un punto porcentual del PIB de 2013, o más de tres Imu. Hay un "retraso crónico" en comparación con otros países europeos donde el gasto medio de los fondos europeos ronda el 60 %, con picos del 80 % en Lituania. Solo Rumanía con un 37 % y Croacia con un 22 % están peor, que, sin embargo, acaban de incorporarse a la Unión. 

La causa de tal negligencia hay que buscarla, señala siempre el estudio, en "deficiencias organizativas (no ejecución de proyectos), ineficiencias burocráticas, incapacidad para presentar proyectos valorados como oportunos". La mayor parte de estos 14,39 XNUMX millones de euros deberían haberse asignado al objetivo de convergencia, a saber, aquellas regiones desfavorecidas como Calabria, Campania, Puglia, Sicilia – es decir, todo el sur. 

De hecho, la capacidad de gasto de las instituciones del sur se sitúa por encima del 45%, mientras que las regiones del norte cuentan con una tasa de ejecución del 59%, en cualquier caso por debajo de la media europea. Dado, esto último, lo que contribuye a agudizar las diferencias Norte-Sur ya ensanchar la brecha que mantiene cada vez más distantes a las dos mitades del país. Todo ello con el resultado de conseguir el objetivo contrario al deseado por las políticas europeas: dañar la cohesión regional intraestatal e internacional. 


Anexos: El estudio Eurispes

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