Para los niños alérgicos a la leche de vaca es fundamental la eliminación total de la leche de vaca y sus derivados, mientras que para los prematuros sería deseable disponer de un suplemento mejor tolerado: por ello es fundamental disponer de alimentos sustitutivos que sean tolerados y tengan valores nutricionales adecuados. y apetecible para ser aceptado.
La Comisión de Agricultura del Senado parte de estas premisas para valorizar las cadenas de suministro de leche de burra italiana para aumentar su producción y consumo. En apoyo, estudios recientes testifican que en niños alérgicos, con múltiples alergias alimentarias, incluida la alergia a la leche de vaca, la leche de burra se tolera en más del 85 por ciento de los casos.
No solo eso: la integración de la leche materna con la leche de burra reduce 2,5 veces el riesgo de intolerancia alimentaria en los bebés. Además, su particular composición y propiedades hacen que la leche de burra no solo sea útil como alimento, sino también para otros usos como parafarmacológico y cosmético. Sin embargo, hay problemas. En primer lugar porque en las últimas décadas se ha producido una drástica reducción de los burros debido a una progresiva falta de utilidad en los trabajos en los que originalmente eran indispensables, especialmente en la agricultura.
Además, la burra tiene una capacidad de producción de leche muy limitada: en promedio, produce cuatro litros al día y solo durante el período en que hay un potro y si tenemos en cuenta que el destete se produce después de unos seis meses y que la gestación dura en promedio. doce, se entienden las limitadas posibilidades de producción. Por el lado del consumidor, estas condiciones hacen que la leche de burra sea especialmente cara y difícil de encontrar; por el lado del productor, sin embargo, la limitada capacidad de producción, los altísimos costos de mantenimiento del animal y el desconocimiento del producto por parte del mercado hacen que su cría no sea muy conveniente.
Y he aquí, pues, el proyecto de ley que examina el Senado que, para incentivar la producción, concede a los agricultores una bonificación fiscal de 4 euros el litro. La tasa de IVA del 4% se aplica a la leche de burra envasada como a la leche fresca envasada para la venta al por menor. A continuación, establece el suministro gratuito de leche de burra con cargo al servicio nacional de salud, para los lactantes prematuros (nacidos antes de la semana trigésima séptima de gestación) y los niños de hasta 8 años que hayan sido diagnosticados con alergia a la leche de vaca. proteinas El costo estimado es de 3 millones al año, que se cubre con una reducción similar en el fondo para intervenciones estructurales en política económica.