Manos en el escudo. La Juventus gobierna a Palermo con un rimbombante 4-0, un cuarteto que aleja al Napoli a una distancia sideral de 9 puntos y que, matemáticas aparte, cierra cualquier ambición de remontada. La buena noticia, sin embargo, se diluye con la grave lesión de Marchisio: las pruebas médicas confirmaron la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda, diagnóstico que supone el final de la temporada y, sobre todo, de la Eurocopa.
“Desafortunadamente es un asunto serio – comentó Allegri. – Ahora haremos todas las valoraciones necesarias, de todas formas tengo muchos jugadores importantes en el centro del campo como Lemina, Hernanes o Sturaro”. El problema, de hecho, atañe más a Antonio Conte, obligado a ceder a uno de los mejores jugadores de la plantilla para la cita francesa, un duro golpe para toda Italia, independientemente de la afición. “El desenlace de la resonancia solo me puede enfermar”, palabras del centrocampista a través de su perfil de Instagram. – Estos son los riesgos de nuestro trabajo, tengo la fuerza y muchas ganas de volver bien y lo antes posible".
La lesión no aplazará el final de temporada de la Juventus, ya muy rápido hacia el Scudetto 32, el quinto consecutivo y más increíble si se piensa en el pésimo comienzo del equipo. Han pasado menos de 6 meses desde la derrota en Reggio Emilia pero parece una eternidad: desde entonces, de hecho, han sido 22 victorias y 1 empate, una hoja de ruta sensacional que ha derrotado a cualquier tipo de competición. Seguramente no pudo ser Palermo el que frenó el avance blanquinegro, aunque el rosanero tenía unas necesidades de ranking enormes (con las victorias de Carpi y Frosinone, la salvación está cada vez más lejos) y trataron de crear algunos problemas en la portería de Buffon.
“Concedimos varias ocasiones, después de nuestro gol el equipo desconectó y esto no debería pasar – comentó Allegri. – Aún no se ha ganado el Scudetto, quedan al menos dos victorias. No puedo hacer porcentajes, solo quiero los puntos: estaría feliz incluso de estar a la par con Napoli y ganar con diferencia de goles". Al menos un escenario improbable y no solo por la brecha en la clasificación: la diferencia técnica y mental con los Azzurri es demasiado para hipotetizar tal remontada. La Juventus ahora viaja en piloto automático como demostró ayer por la tarde.
10 minutos fueron suficientes para desbloquear el partido contra Palermo, cuando Khedira marcó el primer gol con un espléndido derechazo volador. A partir de ahí, los bianconeri seguro que no fueron trascendentales y arriesgaron algo demasiado (la sensacional ocasión que desaprovechó Trajkovski en el 31), con la conciencia de que tarde o temprano llegaría el doblete. Y de hecho, en la segunda mitad, los goles llegaron a racimo: primero Pogba (71'), luego Cuadrado (74'), finalmente Padoin (89') firmaron el 4-0 blanquinegro. Un póquer que inicia la cuenta atrás para el Scudetto, ahora solo es cuestión de tiempo.
