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Italia-Croacia, el pato de Buffon: Azzurri paró 1-1

Ventaja de Candreva, empate de Perisic tras un error del portero azul - Conte: "Vi algunos pasos adelante, no fue un partido fácil".

Italia-Croacia, el pato de Buffon: Azzurri paró 1-1

Un sorteo que vale oro. No hay duda de que esta cosecha con Croacia es un punto ganado; cuestión del progreso del partido, sino también de la calidad general. Triste admitirlo pero los de Kovac tienen mucho más que nosotros, sobre todo en una velada como la de ayer en la que faltaron Pirlo, Verratti, Bonucci y el propio Balotelli. Y así, en cierto punto del partido, nos encontramos defendiéndonos con uñas y dientes, mientras mostrábamos organización táctica y orgullo que presagiaba un buen futuro. “Vi algunos pasos adelante, no fue un partido sencillo – análisis de Antonio Conte. – Cuentan con un equipo experto, con experiencia y calidad. Esta es una Italia que no se rinde, tenemos que mejorar pero hay muchas ganas de hacerlo”. 

Cuando la calidad es baja, la gestión táctica se vuelve fundamental, por lo que, nunca como ahora, el hombre extra es realmente nuestro entrenador. “No tienes que tener miedo”, advirtió en la víspera, pero en un momento lo hicimos. Los croatas, respaldados por grandes jugadores como Modric (que se lesionó en la primera parte) y Rakitic, hicieron rodar el balón a las mil maravillas. Lástima (¡para ellos, por supuesto!) que Mandzukic no estuviera en la noche de gracia y que nuestra fase defensiva funcionara casi a la perfección. Casi precisamente, porque en la noche más importante de la (breve) gestión de Conte, traicionó al hombre que no te esperas: Gigi Buffon. El capitán cometió un grave error de apreciación en el remate de Perisic, encajando un gol que, de 100 intentos, salvaría 99 veces. 

Hacia el final de la primera parte, luego hizo una salida equivocada, arriesgándose a tomar la segunda también: hacer dos patos frente a un San Siro repleto hubiera sido perjudicial, afortunadamente Ranocchia (por cierto, gran actuación de los nerazzurri central) lo remendó. Sin embargo, hasta el empate croata habíamos visto a una Italia discreta, capaz de sufrir pero también de escocer. Tras 11 minutos de monólogo rojiblanco, en efecto, los azzurri se habían adelantado con Candreva, muy bueno para recoger la asistencia de Zaza y convertirla en oro con uno de sus derechazos. Excelente primer tiempo de la Lazio, uno de los mejores jugadores del nuevo curso de Conti. 

Por primera vez vimos entonces varios cambios tácticos en marcha: del 3-5-2 inicial con Zaza e Immobile pasamos a un 4-4-1-1 con Marchisio de mediocentro, El Shaarawy y Candreva como extremos, Pellè punto único. No fue mala idea dado que el faraón rompió la tensa posesión croata de balón con un par de incursiones propias, antes de que los propios rojiblancos se encargaran de interrumpir el monólogo. Su frecuente lanzamiento de bombas de humo obligó al árbitro Kuipers a suspenderlo por 10': se esperan sanciones de la UEFA. 

“Quiero agradecer a nuestros fanáticos porque nos apoyaron hasta el final – pensó Conte al público italiano. – Aquí necesitamos de todos, ilusión, ganas”. Cierto, pero esos parecen estar ahí. En todo caso, sería necesario un relevo generacional hasta el pasado, con la consiguiente inyección de calidad. Mientras tanto, estamos satisfechos con esta Italia, quizás no hermosa a la vista, pero con un corazón así de grande. 

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