La economía italiana se acelera gracias al crecimiento generalizado de los sectores productivos (el valor añadido de la industria en sentido estricto aumenta casi un 1% respecto al trimestre anterior) y al aumento del empleo (59 personas más que en junio). Esto es lo que surge de nota mensual, publicado por Istat, sobre la evolución económica en Italia.
La positiva evolución de la economía de nuestro país se enmarca en un marco internacional caracterizado por el crecimiento de la economía estadounidense y de la eurozona.
En Italia, en el segundo trimestre de 2017, el PIB ajustado y desestacionalizado aumentó un 0,4% respecto al trimestre anterior, marcando la mayor tendencia de crecimiento de los últimos seis años. Por lo tanto, el progreso es tangible y constante.
En cuanto a los hogares y el mercado laboral, en Italia, el crecimiento del consumo final nacional fue más sostenido de lo esperado (+0,2% frente al +0,5% del trimestre anterior). Durante el mes de julio, el número de ocupados aumentó (+0,3% respecto a junio). La tasa de paro también crece (+11,2% en agosto), por la reducción del número de inactivos de entre 15 y 64 años. Por tanto, el aumento de la tasa no debe preocuparnos, al contrario: hoy en día hay más gente buscando trabajo.
El nivel de precios se está recuperando. Luego de tres meses de desaceleración del proceso de crecimiento, la inflación mostró una leve mejoría en agosto. El repunte se vio afectado por la subida de los precios de la energía y su impacto en los servicios de transporte.
Por último, hubo un fuerte aumento en el índice de clima de confianza del consumidor, impulsado por la mejora en todos los componentes y por la reducción de las expectativas de desempleo.
