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Infraestructuras, un punto de inflexión es posible: aquí está la receta de los constructores de Ance

DISCURSO DEL PRESIDENTE DE ANCE, Claudio De Albertis - Solo deben ejecutarse las obras públicas que necesita el país, favoreciendo proyectos de calidad, en tiempos y costos adecuados - La importancia de un grupo de trabajo que seleccione y evalúe proyectos - Lo nuevo de la Ley Delegada – Una acción sinérgica entre profesionales, empresas y administraciones

Infraestructuras, un punto de inflexión es posible: aquí está la receta de los constructores de Ance

En el debate político y social que se desarrolla desde hace meses en torno a las recetas para salir de la grave crisis económica que azota a nuestro país, las intervenciones infraestructurales han cobrado especial relevancia dados los fuertes recortes realizados en los últimos años y la brecha infraestructural que separa la Italia por muchos socios, incluidos los europeos.

A menudo, sin embargo, la necesidad y la voluntad de invertir en obras públicas chocaban con una general. ineficacia e ineficiencia de todo el proceso de implementación, desde la fase de planificación hasta la dirección de la obra.

Por un lado, la incapacidad de muchas administraciones públicas, que no han entendido del todo laimportancia de la planificación y, con demasiada frecuencia, continúan siguiendo la lógica de la oportunidad política lejos de las necesidades reales de los territorios.

en la planificación de obras públicas, es necesario partir de un supuesto, tan trivial como revolucionario: debe lograr lo que el país realmente necesita.

Infraestructura de calidadse dio cuenta en los tiempos correctos y bajos costos, energía eficiente, A una coste de gestión conocido y contenido y con valor social reconocido.
Esto significa que la elección de qué obra pública realizar no puede depender exclusivamente de la disponibilidad o no de un proyecto que pueda iniciarse inmediatamente, que permite que el trabajo comience rápidamente, pero requiere una preparación previa y cuidadosa análisis coste-beneficio, que sabe identificar las verdaderas prioridades, y un seguimiento sistemático de toda la fase de construcción de las obras.

En particular, las administraciones públicas deben tener la capacidad de definir, dentro de un proyecto preliminar, las necesidades reales de un territorio y evaluar la eficacia real de las intervenciones propuestas.

El siguiente momento es el de programación, que debe ser cierta, transparente y proyectada a medio-largo plazo, de lo contrario existe un gran riesgo de generar una cexpediente de incertidumbre sustancial en la financiación y viabilidad de las obras prioritarias.

Desde este punto de vista, parece apreciable la elección realizada por el Ministro Delrio de identificar, dentro del ámbito de las obras estratégicas, aquellas que realmente tienen prioridad, a las que se garantice un adecuado flujo de recursos para asegurar su viabilidad.

Parece necesario proporcionar una Fuerza especial que favorece la selección y evaluación de proyectos de calidad y faculta al Estado para ejercer el derecho y el deber de vigilar la efectiva y correcta utilización de los recursos públicos transferidos, a fin de proponer los cambios necesarios en el perfil financiero de las inversiones y sancionar las ineficientes comportamiento.
A partir de la experiencia de este grupo de trabajo, será posible imaginar un control de gestión que ofrezca garantía de conocimiento, transparencia y buen uso de los recursos públicos.

Una oportunidad importante para mejorar el proceso de creación de obras públicas está representada por implementación de las nuevas directivas de la UE sobre contratos y concesiones.

La Ley Delegada, actualmente en estudio en el Parlamento, introduce medidas correctoras en la legislación vigente para mejorar el funcionamiento del mercado, muchas de las cuales en línea con lo que espera la ANCE.

En particular, con respecto a la diseñoel pronóstico debe tenerse en cuenta de medidas destinadas a limitar el uso de cambios de diseño durante la construcciónal tiempo que garantiza la calidad del diseño y la responsabilidad del diseñador en caso de errores de diseño.

Es un principio apreciable y plenamente compartible, porque el proyecto es central para la realización de una obra bien hecha, aunque es necesario garantizar aplicación efectiva de las normas sobre responsabilidad profesional de los proyectistas y verificadores de proyectos.
En cuanto al tema de “diseñar y construir” el proyecto de ley de delegación prevé, en particular, la prohibición de adjudicar el contrato integrado sobre un anteproyecto, y una limitación radical del definitivo.

La eliminación del precontrato integrado parece aceptable, ya que es un método de cesión especialmente oneroso para las empresas.

La preferencia por las licitaciones basadas en un proyecto ejecutivo, en cambio, no tiene en cuenta el hecho, demostrado por la experiencia, de que los proyectos nunca son realmente ejecutivos, en un contexto en el que, además, no hay posibilidad de activar concretamente la garantías del diseñador o del validador.

Una solución de compromiso podría ser dejar plena libertad a la administración para encomendar la ejecución de la obra, en base a un proyecto definitivo, a una empresa que deberá elaborar el proyecto ejecutivo.

Es una solución que permitiría un "acoplamiento juicioso" - para citar a Gadda - entre las fases de planificación y ejecución que supera la clara separación que caracteriza al sistema actual, según un enfoque integrado de todo el proceso constructivo.

Entre otras cosas, la difusión cada vez mayor hacia los sistemas de gestión integrados basados ​​en BIM, "Building Information Modeling", imponen la adopción de un enfoque más sinérgico entre todas las fases de construcción basado en la interoperabilidad entre los diversos sujetos involucrados.
Ance está preparada para asumir este reto, consciente de que sólo con una acción sinérgica entre profesionales, empresas y administraciones es posible llegar a hacer realidad esta “revolución”.

En este sentido, una vez que BIM esté en pleno funcionamiento, se podría permitir que las administraciones opten por una licitación en la que los competidores sean llamados a un diálogo, con el objetivo de identificar las soluciones de mejora del proyecto final basado en la licitación, más adecuadas para satisfacer las necesidades. necesidades de la autoridad contratante.


Archivos adjuntos: Discurso Presidente Ance Claudio De Albertis.pdf

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