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Encuesta de Mediobanca: las empresas italianas recuperan facturación y márgenes pero pierden competitividad

Según la tradicional encuesta anual del Departamento de Estudios de Mediobanca sobre los datos acumulados de 2.030 empresas, las empresas italianas muestran signos de recuperación en 2011 en facturación y márgenes pero no en empleo y aún no han vuelto a los niveles anteriores a la crisis de 2007. Pero sobre todo han perdido más de 7 puntos de competitividad a lo largo de la década.

Encuesta de Mediobanca: las empresas italianas recuperan facturación y márgenes pero pierden competitividad

Signos de recuperación de las empresas italianas, pero la brecha con los niveles anteriores a la crisis aún no se ha llenado y, sobre todo, la pérdida de competitividad sigue siendo su talón de Aquiles.
La imagen de las empresas italianas de la industria y los servicios que se desprende de la tradicional encuesta anual de la Oficina de Estudios de Mediobanca sobre los datos acumulados de más de 2 mil empresas es clara. La encuesta se refiere exactamente a 2030 empresas italianas que representan aproximadamente el 50% de la facturación de la industria, el 68% de la de los servicios públicos, el 31% del transporte y el 24% de la distribución minorista. Solo en referencia a la fabricación, la representación es del 43% de la facturación, el 55% de las exportaciones y el 31% de los empleados. En 2030, el agregado de las empresas 2010 registró una recuperación de la facturación del 8,2% sobre 2009, inferior al descenso del 16,2% sufrido ese mismo año.

El dinamismo de la facturación exportadora fue aproximadamente el doble que el del componente doméstico (+12,6% frente al +6,5%), pero también en este caso 2009 había supuesto un descenso más profundo, cayendo un 19,1% las exportaciones y un 15% las ventas nacionales. Por tercer año consecutivo el empleo cayó (-1,9% en 2010), aunque en menor medida que en 2009 cuando perdió 2,8% (pág. XXXVII, Tab. 2). En años anteriores se había movido de forma marginalmente positiva (+0,1% en 2006, +0,2% en 2007).

El crecimiento de las ventas en 2010 benefició más a las empresas industriales (+9,4%) que a las del sector terciario (+3,4%). Entre las primeras, las energéticas crecieron un 12,4%, superando a las manufactureras (+8,2%) y muy por encima de las constructoras (+2,9%), que sin embargo habían mantenido sin cambios sus ventas de 2009 (página XIII). Los sectores público y privado se movieron juntos (+8,2% y +8,1%). Los cambios sectoriales (páginas XV y XXXVIII, Tab. 3), señalan recuperaciones generalizadas respecto a 2009, con la metalurgia a la cabeza (+31,8%) y caucho-cables (+20%) y química (+19,5%), mientras que los productos de construcción se encuentran en una contratendencia más marcada, registrando un -7,1%.

La recuperación comercial generalizada en 2010 respecto a 2009 no eliminó la brecha que se abrió respecto a 2007, antes de la crisis (pero quizás esto suceda en 2011). Una evaluación inmediata se puede obtener de la Tabla 1 al pie de esta nota. A finales de 2030, todas las empresas de 2010 estaban alrededor de un 4% por debajo del nivel de ventas desarrollado en 2007. La falta marginal de recuperación puede atribuirse enteramente a las empresas de control privado (-6,7%) que cancelaron los buenos aumentos de las empresas públicas ( +6,3%). Las actividades del sector servicios registraron un incremento del 4,8%, habiendo atravesado 2009 con pérdidas de facturación limitadas (-1,4%) y beneficiándose en 2010 de la fuerte recuperación del transporte (+10,1%), impulsada por la logística (p. XV).

La manufactura cayó 10,1% de las ventas respecto a 2007, los grandes grupos llegaron a -11,6% (pero como veremos, empujaron las actividades de extranjero a extranjero); Mejor lo hicieron las medianas empresas, cuya caída se limitó al 7,6% y mejor aún la patrulla Made in Italy, a la que a finales de 2010 le quedaba un 6% por recuperar para volver a los niveles anteriores a la crisis. En comparación con 2007, las cosas empeoraron en el mercado interno (-4,6%) que en el mercado de exportación (-2%), donde sin embargo pesó la excepcionalmente positiva evolución del sector industrial público (+34,7%), mientras que las empresas privadas registraron menores volúmenes sobre 2007 del orden del 8,4%, peor en el exterior que en casa donde retrocedieron un 6% respecto a 2007. Del sector terciario se ha dicho que, además de estar por encima del nivel de 2007 (+4,8%) , cuenta con un notable incremento en el exterior (+9,7%).

A nivel sectorial, el conjunto de actividades de alimentación marca un avance considerable respecto a 2007 (destaca la confitería con un +10,3%), especialmente en el componente exterior, al igual que la evolución que marcan las constructoras es positiva (+9,2%), también gracias a la explosión del componente exterior (+39,5%), farmacia y cosmética (+7,6) y transporte (+6%). Los niveles de ventas de los sectores de productos de construcción (-2007%), metalúrgico (-28,8%), electrodomésticos (-24,2%) e impresión y edición son significativamente inferiores a los de 22,2 (-20%). Pero son los márgenes de la cuenta de resultados los que marcan la distancia más marcada con respecto a los niveles previos a la crisis (Cuadro 2 al pie de esta nota). El 2011 tal vez traerá una buena recuperación, pero parece poco probable que se produzca un reinicio.

En secuencia para la masa de 2030 empresas, 2010 sobre 2007 marcó: valor agregado -6,9%, EBITDA -14%, MON -23%, resultado actual -11,3%. El sector privado reporta en general peores cambios que el público (MON: -26,3% contra -13,7%; resultado actual -19,1% contra +5,1%), mientras que los cambios en el sector terciario son positivos (+3% en todos los márgenes, con el resultado actual incluso en +23%). Respecto a 2009, Mon creció un 6,6% (página XXI), una media entre el 11,6% de la industria y el 0,3% del terciario, con gran evidencia la manufactura (+45,6%), aunque muy lejos de 2007 (-37,6%) .

Pero es la utilidad neta del agregado la que marca un avance muy notorio en 2010, equivalente al +64,2% (página XX), manteniéndose un 12% por debajo del máximo de la década, marcado en 2007. Esta recuperación vino sólo para una parte menor, alrededor de una quinta parte, de mayores márgenes operativos (que, como se acaba de mencionar, se mantienen lejos de los niveles de 2007); la contribución decisiva provino de los ingresos financieros netos (seis décimas del mayor beneficio) y de los ingresos netos no recurrentes (en torno al 25% del mayor beneficio).

La modesta subida de impuestos hizo el resto (+7,2%). El balance financiero se benefició de la reducción de las tasas de interés que moderó el gasto por intereses de la deuda (en promedio del 5,9% al 5,5% para la acumulación, pág. XLIII, Tab. 9) y de la fuerte entrada de dividendos (+47% sobre 2009) , principalmente de las filiales extranjeras de empresas energéticas (57% del total) y en menor medida de la industria manufacturera (24%) y terciaria (19%). Para el agregado de empresas de 2030, el saldo financiero alcanzó el 19,9% de la Mon, llegando incluso a 53,3% para las empresas públicas y 5,7% para las empresas privadas, valor significativo considerando que desde 2006 siempre fue negativo (página XLIII). La menor incidencia de cargos extraordinarios netos llevó el resultado actual al 89% del nivel de 2007.

Además, frente a una expansión del 42% respecto a 2009 de la utilidad bruta agregada, los impuestos crecieron, como se mencionó, sólo un 7%. Este es el efecto de las bases imponibles negativas del ejercicio anterior así como de la aportación de dividendos que, al igual que las ganancias patrimoniales, no están sujetas a Ires. De hecho, la tasa impositiva cae para el agregado del 30,1% al 25,6%. Se mantiene la sanción relativa para las medianas empresas cuyo tipo impositivo es del 34,6% frente al 25,6% medio y el 18,8% atribuible a las sociedades cotizadas (página XXII).

La recuperación de los niveles comerciales no ha suavizado la situación del empleo. En 2010, la caída de la plantilla se acercó al 2%, con lo que el descenso fue del 5,1% respecto al cierre de 2007 (Cuadro 1). La caída en el trienio involucró mayoritariamente al sector público (-6,9%), al sector privado (-4,7%), solo menos al sector terciario (-4,1%). La fuerte reducción de tamaño de las empresas manufactureras bajo control extranjero (-10,1 %), limitó las de las medianas empresas (-2,2 %). A nivel sectorial, las mayores pérdidas de empleo se produjeron en las empresas constructoras (-17%), textil (-16,8%), electrodomésticos (-12,7%) e imprenta-editorial (-11,7%).

Hubo pocas variaciones positivas, en algunas especialidades de alimentación (+3,1% confitería), en gran distribución (+1,4%), en ingeniería de plantas (+3,5%), en pieles y cueros (+1,8%) y en vidrio ( +2,1%). Las inversiones también se mantienen estancadas, aunque siguen mostrando una recuperación del 5,8% respecto de 2009. En términos monetarios, en 2010 su volumen fue un 16,2% inferior al de 2007 (Cuadro 1). Los particulares recortan más fuertemente (-22,7%), mientras que las empresas públicas recortan marginalmente (-1,9%). La industria redujo las inversiones en un 22,1%, los grandes grupos en un 29%. También desde este punto de vista el desempeño de las medianas empresas es relativamente mejor (-7,1%).

Si se examina en términos reales, las inversiones cerraron en 2010 en un nivel 21,1% inferior al de 2001, dinámica que involucró tanto a la industria pública (-18,5%) como a la industria privada (-22,6%), industria (-16,5%) y el sector terciario (-27%), con la única excepción de las medianas empresas (+1,3%) (pág. XLIV, Tab. 10). El nivel de utilización de las plantas sigue siendo inferior al de 2007: la relación entre la facturación y el inmovilizado técnico neto se sitúa en el 105% desde el 111,3% de 2007 (pág. XLI, Tab.7).

En otras publicaciones presentadas recientemente a la prensa (ver R&S Yearbook 2011) sobre los principales grupos industriales italianos, surgieron resultados consistentes pero de menor peso. En particular, cabe señalar que ya se ha producido una recuperación en términos de facturación respecto a antes de la crisis y una distancia más limitada en términos de márgenes. Esta encuesta se refiere únicamente a las actividades de nuestra industria en Italia, excluyendo así los volúmenes y márgenes derivados de las actividades que operan desde el extranjero hacia países extranjeros. Representan partes importantes de la facturación de los grupos organizados en forma de multinacionales y un componente muy dinámico de la misma.

La Tabla 3 al final de esta nota proporciona una estimación. La facturación extranjera sobre extranjera, generalmente producida por sitios de producción ubicados en países con bajos costos de insumos para atender mercados emergentes, generó el 2010% de los ingresos de manufactura en 31 y el 42% de los de la industria energética, llegando a representar el 51% del total. las ventas al exterior de la industria manufacturera y el 79% de las de la industria energética. Los diferenciales de crecimiento son sintomáticos. Limitándonos a la fabricación en 2010: +1,4% ventas a clientes italianos, +19,4% ventas al extranjero, +24,7% sólo el componente extranjero en países extranjeros.

Los márgenes devengados en las actividades de extranjero a extranjero también son significativos: es el 40% del Mon para la fabricación, participación que sube al 73% en el sector de la energía. El lunes fabril, extranjero sobre países extranjeros, creció en 2010 un 78%, el nacional un 9,3%. Estas dinámicas explican en parte las actuaciones menos brillantes de los principales grupos italianos en relación con las actividades italianas únicamente (véanse, por ejemplo, los márgenes en comparación con 2007). En 2010, la productividad laboral creció (+8,9%) debido a la recuperación de las ventas y la producción, pero se mantiene un 7,7% por debajo del nivel de 2007 (Cuadro 4).

El valor de la producción por ocupado, por el contrario, desciende un 7%, destacando un aumento de la calidad de la producción (+0,7% efecto precio). Desde 2001, el valor de los bienes producidos por cada empleado ha crecido un 21,3 %, apoyado en ganancias de productividad (+7,8 %) y ventajas de precios vinculadas al contenido cualitativo de los bienes (+12,6 %), pero la dinámica salarial fue más agresiva , acumulando un incremento del 28,6%, con una pérdida de competitividad global superior a los 7 puntos. El deterioro se produjo a pesar de la reducción simultánea desde 2001 en el número de empleados (-9,4%).

En los últimos tres años, la pérdida de competitividad fue aún mayor, alcanzando los 9,7 pp El detalle sectorial (página XIX) destaca los temas críticos de bienes para la persona y la casa (competitividad -29,6 pp, con caída de la productividad del 16,6%) y edición en papel (-21,3 pp, productividad laboral -3,1%); los sectores químico/fibras/caucho (ganancia de competitividad de 1,5 pp, con una productividad laboral del +23%) y la mecánica de medios de transporte (+7,3 pp de ganancia de competitividad) se reportan positivamente.

En cuanto a los flujos financieros (pág. XLVII, Tab. 11 y ss.), recordando la recuperación de las inversiones (+5,8%), cabe destacar el importante incremento en 2010 del cash-flow (+21,5%), que volvió a niveles no muy lejos de los máximos de la década, suficiente por sí solo para financiar todos los préstamos, dejando margen para el reparto de dividendos y la amortización neta de la deuda financiera (unos 6 millones de euros, primera reducción neta desde 2002), que se produjo sin afectar a la liquidez existencias. Esto había aumentado el año anterior en 5 mil millones. (+14,1%), alcanzando la máxima consistencia del período en 41,5 millones. de euros

El repago de la deuda fue realizado íntegramente por el sector público, que también apoyó el volumen de inversiones (+22,3%) que, por el contrario, disminuyó ligeramente entre las empresas de control privado (-1,7%). La estructura financiera en 2010 marca un fortalecimiento, con la reducción de la relación entre deuda financiera y patrimonio de 103,4% a 96,3% (página LX, Tab. 23). Este es un rasgo común a todas las empresas, con la única excepción de las medianas que aumentaron su financiación financiera (del 94,7% al 95,3% de los recursos propios), tras haber sufrido una contracción de la deuda en el año anterior que fue pagada por un reducción en el capital de trabajo, alcanzando sin embargo los mínimos históricos de la década.

Las empresas de control extranjero han sustituido parte de la deuda bancaria por préstamos intercompañías y deuda no financiera (la relación entre deuda total y patrimonio sube del 194,4% al 201,8%). La deuda bancaria representa el 36,6% del total de préstamos (era el 54,6% en 2001), una reducción de unos 7,4 millones. en 2010 (de los cuales 4,7 millones a largo plazo y 2,7 millones a corto plazo). Las tendencias surgidas en los primeros seis meses de 2011, para una muestra representativa de alrededor de una quinta parte de la facturación del árido, indican una recuperación en torno al 11% de la facturación respecto a los seis meses anteriores para energía y un incremento del 14% en fabricación Rotación. De confirmarse, estos datos llevarían, sobre una base anual, a una recuperación de las ventas previas a la crisis.

Los márgenes también muestran signos de mayor recuperación (+7% aproximadamente), leve en energía (+1% aproximadamente), pero muy importante en manufactura (+40% aproximadamente), lo que llevaría a un nivel anual igual a 9/10 de ese antes de la crisis. El empleo no muestra signos de recuperación (-0,5%) y esto sugiere que la recuperación de la productividad iniciada en 2010 continúa, apoyando el crecimiento de las ventas. La estructura financiera de la industria muestra algunos signos de deterioro derivados de la mayor deuda financiera (+6,7%) y el crecimiento de los activos intangibles (+10%), frente a un patrimonio sustancialmente constante. Esta es una dinámica atribuible al sector manufacturero que, frente a un patrimonio neto constante, registra mayores deudas financieras en torno a los 17 millones. euros (+28%).

fuente:
Mediobanca I+D 

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