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En Bulgaria, el estímulo contra la deflación respalda el crecimiento

En el país, el debilitamiento del tipo de cambio, vinculado al euro, favoreció el fortalecimiento de una fase cíclica positiva (PIB en +2,6%) que se espera continúe también en 2016. Sin embargo, el sistema bancario y la diversificación de actividades necesitan ser fortalecidos productivamente.

En Bulgaria, el estímulo contra la deflación respalda el crecimiento
Según un informe reciente de la Centro de Estudios Intesa Sanpaolo, en Bulgaria el estímulo generado por la política monetaria expansiva (con la reducción de la tasa de política hasta 0,01%) y el debilitamiento del tipo de cambio, vinculado al euro, favoreció el fortalecimiento de la fase cíclica positiva. La tasa de desempleo, todavía alta pero en descenso, y el crecimiento de los salarios reales han facilitado la demanda de los hogares, mientras que los fondos europeos también han fomentado las inversiones. Los analistas estiman que en 2015 el PIB se aceleró al 2,6% desde el 1,5% del año anterior, cuando la dinámica económica había estado condicionada por la crisis de liquidez que azotó al sistema bancario en junio. Se espera que las condiciones económicas favorables observadas en 2015 continúen este año también.

El país permaneció en deflación a lo largo de 2015 debido a la debilidad de los precios internacionales de la energía y las materias primas. Se espera que la inflación se mantenga moderada y sujeta a riesgos a la baja relacionados con la débil recuperación de los precios de la energía. Se estima que el déficit público descenderá hasta el entorno del 3,0% en 2015, mientras que este año el déficit podría descender ligeramente hasta el 2,7%, con una deuda pública que ascendería hasta el 32,8% del PIB desde el 31,8% de diciembre. De enero a octubre, la balanza de pagos actual fue de aproximadamente 1,1 millones de euros. La cuenta de capital fue positiva al igual que la financiera. Para todo el año, los analistas estiman un superávit en cuenta corriente del 0,9% del PIB, seguido de una caída al 0,2% en 2016. La deuda externa cayó desde su máximo de 2009 (107% del PIB) al 96% del PIB en 2014.

Tras la crisis de liquidez que afectó a algunos de los principales bancos locales en junio de 2014, la UE ha abierto un procedimiento por desequilibrios macroeconómicos, reconociendo la necesidad de fortalecer el sistema bancario de Bulgaria y, en particular, intensificar la actividad supervisora ​​por parte de la Banco central. Otro elemento de la vulnerabilidad económica del país está representado por la baja diversificación de la actividad productiva, donde los productos agrícolas y extractivos representan más del 45% de las exportaciones totales. En este contexto, Fitch sitúa al país en la clase BBB-, S&P asigna a Bulgaria un rating BB+ y Moody's le asigna un rating Baa2.

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