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El nebuloso futuro 5 estrellas entre gasto público y conspiración

Del cuidadoso análisis de los más de 500 proyectos de ley presentados por los parlamentarios de cinco estrellas desde el inicio de la legislatura, publicado por La Stampa, surge un panorama un tanto confuso que recuerda al viejo trinomio sobre el que pretendía mantenerse en el poder el gobierno borbónico. : "fiestas, harina y horca".

El nebuloso futuro 5 estrellas entre gasto público y conspiración

Con ganas de picardía, el programa 5 Estrellas podría resumirse en el viejo trinomio sobre el que el gobierno borbónico pretendía mantenerse en el poder: "fiestas, harina y patíbulo". De los escasos documentos programáticos del Movimiento Grillino, de los escritos de Casaleggio y de un estudio sobre proyectos de ley presentados en estos tres años por parlamentarios cinco estrellas elaborado por Alberto Mingardi y el Instituto Bruno Leoni y publicado por La Stampa, ahora surge claramente cuáles son las orientaciones culturales de los grillini y cuál podría ser su política una vez que lleguen al poder.

Para tomar en serio las propuestas de este movimiento, es importante abandonar la idea de que sus votos derivan de un simple y momentáneo impulso "antipolítico", es decir, de protesta, mientras que debemos entender que estamos ante una fuerte demanda. por una política diferente por parte de grupos sociales que se sienten marginados, tienen miedo de perder lo que han construido con tanto esfuerzo hasta ahora, y por ello piden a la política "protección frente a un futuro considerado incierto y amenazante".

Las 5 Estrellas responden a esta demanda de protección agrupando recetas, independientemente de su coherencia, pero capaces de satisfacer las expectativas de cada categoría individual. En términos concretos, al examinar los más de 500 proyectos de ley presentados por los parlamentarios, surge claramente que el Movimiento propone un aumento del gasto público, acompañado de una reducción de impuestos, y en general un control estatal más estricto sobre las actividades económicas mediante un aumento de las normas y un endurecimiento de las prohibiciones. Hay fundamentalmente atención a la pequeña empresa y al comercio minorista, junto con la garantía de ingresos para todos los ciudadanos a través de la propuesta de la "renta de ciudadanía" de la que, sin embargo, no se especifica ni el alcance ni el importe.

El segundo aspecto crucial de la acción grillina es la manía de la conspiraciónse confunde en parte con la lucha contra la corrupción, que se concreta en una enorme cantidad de proyectos de ley para la constitución de comisiones parlamentarias de investigación de todo lo ocurrido en los últimos veinte años, desde la alta velocidad al FIAT, hasta las causas de la desindustrialización.

Es una verdadera teoría de la conspiración basada en la creencia de que los hechos suceden solo porque hay alguien que maneja las palancas para determinarlos, y no porque la imperfección de las cosas humanas haga que sucedan. Comentando el análisis de Mingardi en La Stampa, el Prof. Giovanni Orsina afirma con gran lucidez que según la cultura grillina “la utopía de una sociedad perfecta, o en cualquier caso funcionando bien, está a la mano. Si no se alcanza es porque alguien nos lo impide”. De ahí la oposición no sólo al resto de partidos políticos (con los que es impensable cualquier acuerdo) sino también a todas las llamadas potencias fuertes, que, además, según esta mentalidad conspirativa, muchas veces también se ocultan. Este capítulo también incluye la mentalidad justicialista y la cercanía del movimiento a la judicatura combativa, como la personificada por Davigo.

En definitiva, si despojamos a los discursos de declaraciones retóricas, el programa Grillini consiste en generar una alta inflación a través del gasto público, reduciendo así la deuda pública pero empobreciendo a los empleados y pensionados, y en promover un fuerte control sobre los ciudadanos por parte de la burocracia y del Poder Judicial. En resumen, repartir "harina" (aunque esté estropeado), levanta la "horca" que estos días, afortunadamente, son principalmente mediáticos. ¿Y las vacaciones? Grillo se encargará de eso, ¡es bueno organizando espectáculos masivos!

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