¿Quieres gravar mis fortunas? Y los voy a asegurar en Nueva York. Y compro una casa. Tal vez en uno de los edificios de lujo propiedad de Donald Trump. Y tal vez incluso con terraza y una sugerente vista al corazón de Manhattan.
Según Benoît Pous-Bertran de Balanda, hijo del general francés François Bertran de Palmarolle (comprometido en estos lares durante la revolución americana), y director de la inmobiliaria de lujo Black Tulip Capital, este debe ser el pensamiento de muchos ciudadanos transalpinos de la gama más rica.
Al día siguiente de la victoria de François Hollande en las elecciones presidenciales francesas, el teléfono de Pous-Bertran empezó a sonar como loco: todas las llamadas con el prefijo +33, es decir, del otro lado del océano, del país de origen del padre. Esa Francia con la que suele trabajar el agente inmobiliario, pero que nunca lo había hecho con esta intensidad: “En estos tiempos de incertidumbre, muchos están pensando en traer su fortuna aquí a Estados Unidos. Al menos durante los próximos cinco años”, le dice a Le Figaro. Solo el tiempo suficiente para que el Elysium cambie de inquilino, dado que Durante la campaña electoral, el socialista Hollande ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de gravar al 75% las rentas que superen el millón de euros.
A la espera de tiempos mejores, por lo tanto, es mejor para los ricos franceses mirar hacia la Gran Manzana: solo para Trump Soho, un rascacielos-residencia de 46 pisos propiedad del multimillonario estadounidense, ya hay una treintena de solicitudes. “Todavía hay buenas oportunidades aquí en Nueva York”, explica Pous-Bertran, que viajará a Francia a finales de junio para presentar las distintas ofertas a los inversores.
En Trump Soho, los precios van desde un millón de dólares por un estudio de 44 metros cuadrados, hasta 7 millones por un apartamento de tres habitaciones de 167 metros cuadrados. La fórmula también es particularmente conveniente para aquellos que, como los clientes franceses, no tienen la intención de vivir todo el año en los Estados Unidos: es un hotel-residencia, habitable 120 días al año por el propietario, el resto del período alquilado habitación de hotel con las recaudaciones (de 400 a 12.500 dólares la noche) que regresan al propietario y se utilizan en parte para el mantenimiento.
Así que es Nueva York el nuevo Eldorado de los franceses "huyendo" de Hollande: “Tan pronto como las encuestas le dieron el ganador – confirma Thomas Guss de New York Résidence – las solicitudes de compra de apartamentos al menos se triplicaron”.
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