La ropa low cost también está sufriendo la crisis. Por un lado, la demanda que decrece por el frenazo de la economía mundial, por otro un invierno que no llega, y las altas temperaturas no animan a comprar ropa de abrigo. En el cuarto trimestre de 2011 el grupo sueco Hennes y Mauritz, el segundo minorista de ropa más grande del mundo, informó un aumento del 6% en las ventas en comparación con el mismo período del año pasado.
Sin embargo, si consideramos únicamente las tiendas o e-shops que llevan funcionando más de un ejercicio, las ventas registraron una disminución del 3%. Se han abierto más de 250 nuevas tiendas en el último año: H&M registró 2,472 al 30 de noviembre, en más de 43 países diferentes. Entre las últimas aperturas, las zonas favoritas son los países de Oriente Medio, sobre todo Líbano, y Asia.
Por lo tanto, los consumidores permanecen lejos de las tiendas, abrumados por la crisis y por las temperaturas demasiado altas. Los ingresos de H&M, que acaba de lanzar una colección diseñada por Donatella Versace, asciende a 30,921 mil millones de coronas suecas (33,334 millones de euros), IVA excluido, superior a los 29,7 millones del mismo periodo del año anterior, pero inferior a las expectativas de los analistas.