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Grecia, entre el gobierno técnico y los bonos que vencen

Los líderes de los tres principales partidos volverán a reunirse hoy con el jefe de Estado para discutir la hipótesis de un gobierno interino -436 millones de bonos en manos de acreedores internacionales también vencen hoy: si Atenas no paga, entrará en default, pero en 30 días – Si en cambio decide pagar, se verá obligada a reducir pensiones y salarios.

Grecia, entre el gobierno técnico y los bonos que vencen

Por si el vacío político de Atenas no fuera suficiente, Grecia también pesa hoy 436 millones de euros en bonos soberanos a devolver a los acreedores internacionales. En cuanto a la crisis institucional los líderes de los tres principales partidos (Nueva Democracia, Syriza y Pasok) se reunirán de nuevo este Martes con el presidente de la republica Karolos Papoulias, para discutir la posibilidad de gobierno técnico, dado el fracaso del intento de formar un gobierno de amplios entendimientos. "No tenemos otra opción", dijo el líder socialista Evangelos Venizelos. La alternativa sería convocar nuevas elecciones, en una posible fecha entre el 10 y el 17 de junio.  

Pero este martes es malo para Grecia también por otra razón. En efecto hoy vencen 436 millones de bonos en manos del 3% de acreedores que no se han adherido hasta la conversión de deuda en marzo pasado. El pacto pactado con particulares, que permitía a Atenas deshacerse de 100 millones de deuda pública, había sido tachado de "default controlado" precisamente porque los acreedores se habían comprometido "voluntariamente" a ampliar el plazo. Pero los bonos que vencen hoy fueron emitidos en Londres y si Atenas decide no pagar, se activará la solicitud de "default". Sin embargo, hay una cláusula particular en estos bonos que otorga al estado griego un período de gracia de 30 días (y no 7 como en otros bonos soberanos) para cumplir con sus compromisos: si Atenas no pagaba, el default solo se produciría en un mes. Y en 30 días, cualquier cosa puede pasar. 

Pero no pagar a los acreedores es una elección astuta desde el punto de vista del estado: 436 millones pesarían enormemente en las ya casi vacías arcas del tesoro griego, que suman 1,9 millones de euros en total. Un desembolso de esta magnitud corre el riesgo de repercutir en una insuficiencia de fondos para pagar pensiones y salarios públicos en los próximos meses. Teniendo en cuenta el fuego social que ha estado ardiendo durante casi un año y el vacío en los niveles institucionales más altos, es difícil imaginar quién y qué elección decide hacer. 

Entonces todavía queda el problema deefecto de contagio en los países de la zona del euro. Es probable que si Grecia optara por no pagar a sus acreedores, la confianza de los inversores empeoraría, afectando a todos los mercados bursátiles europeos, que ya llevan días pagando la incertidumbre de Atenas. 

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