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Grecia, troika dividida en rescate

El Fondo Monetario Internacional apuesta por la reestructuración de la deuda griega en manos de los países europeos, mientras que la UE y el BCE querrían dar más tiempo al Gobierno de Antonis Samaras para aplicar las medidas de austeridad - Así se explica la reciente y repentina suspensión de la misión de la Troika en Atenas.

Troika dividida sobre soluciones para salvar a Grecia. El Fondo Monetario Internacional impulsa la reestructuración de la deuda griega en manos de los países europeos, mientras La UE y el BCE quisieran dedicar más tiempo al gobierno de Antonis Samaras para aplicar las medidas de austeridad acordadas a cambio de ayudas. Para desvelar el conflicto, que explicaría la reciente y repentina suspensión de la misión de la Troika en Atenas, son fuentes griegas entrevistadas por la agencia Reuters.

“El problema no es entre el FMI y Atenas, sino entre el FMI y la UE –explicó un funcionario griego implicado en la negociación– Europa quiere más tiempo para entender qué pasará con España e Italia o incluso esperar las elecciones alemanas de 2013. El Fondo quiere que Europa encuentre una solución global e inmediata a sus problemas”. 

"Está claro para el FMI que Grecia necesitará más dinero o más tiempo o ambos", subrayó una fuente de la troika.

El ministro de Finanzas griego Yannis Stournaras, ha pedido dos años más para implementar las medidas, explicando que tal extensión requeriría una financiación adicional de 13 o 15 mil millones, que podría cubrirse a través de la emisión de valores a corto plazo, una reducción de las tasas de interés de los préstamos actuales o una renovación de bonos en poder del BCE, una hipótesis que ayer Fráncfort descartó limpiamente. 

Sin embargo, el FMI quiere que Europa cargue con pérdidas en sus créditos preexistentes, un camino que no es viable -explica una fuente del Gobierno griego- porque "nadie más está de acuerdo". Los funcionarios que asistieron a las últimas reuniones entre el gobierno griego y la troika hablaron de una sesión de alta tensión en la que Stournaras amenazó con renunciar si el jefe de la delegación del Fondo, el danés Poul Thomsen, pedía más recortes. “Thomsen ya no está contento con nada”, dijo otra fuente.

“La última vez que estuvo aquí la troika acordamos recortar salarios y pensiones entre 5 y 5,5 millones, hicimos entre 7,5 y 8 millones y todavía no alcanza”. 

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