El Google Glass se detiene. Así lo anunció el blog oficial del gigante de Mountain View: la producción de las gafas inteligentes de la marca Big G fue bloqueada por la empresa matriz con una sorpresiva decisión que generó un incesante tam tam en la red, compuesto de sorpresa y decepción por a un proyecto que, lanzado entre toques de trompeta hace un par de años, nunca ha despegado.
El proyecto, eso sí, no ha sido abandonado, sino suspendido, a la espera de un relanzamiento que, sin embargo, obviamente alargará el tiempo de lanzamiento de las gafas inteligentes de Google, actualmente envuelto en una nube de incertidumbre. Lo cierto, a partir de hoy, es que el proyecto ya no formará parte de la sección Google X, sino que se gestionará, a partir de ahora, como una división independiente.
Ivy Ross estará al frente de la división de Google Glass, pero el punto de referencia de la nueva organización será Tony Fadell, quien dejó Apple y es considerado uno de los padres más influyentes del iPod. Fadell, hasta la fecha, es presidente y fundador de Nest Labs, empresa adquirida por el gigante de Mountain View a principios de 2014 y que se dio a conocer con la invención de un termostato inteligente, que se puede controlar a través de un teléfono inteligente o una tableta.
Por tanto, Google pretende continuar con el desarrollo de unas gafas que, gracias a la conexión con los smartphones, puedan recibir notificaciones, aplicaciones e indicaciones geográficas, pero sin duda su venta, inicialmente prevista para mediados de 2015, estará inevitablemente destinada a colapsar.
Mientras tanto yoa venta y producción de las primeras versiones de Google Glass, esas, por cierto, aún dentro del programa Explorer, se cerrarán el 19 de enero.
