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Giro: también en Osimo Yates dicta la ley

Tras el triunfo en el Gran Sasso, el maillot rosa también vence en el tramo final de la ciudad Marche, por delante de Dumoulin por 2" - Pinot y Pozzovivo limitan el daño - Froome y Aru siguen decepcionando

Giro: también en Osimo Yates dicta la ley

¿Cómo distinguir al campeón de los demás en el ciclismo? Este Giro de Italia tiene la respuesta preparada: ganar como lo está haciendo Simon Yates, atacando con el maillot rosa, emocionando a la gente que espera el sprint y la victoria, rompiendo con los rivales en cuanto hay un final cuesta arriba, ya sea el Gran Sasso o la muralla de Osimo. Es el corredor que sostiene el Giro todos los días aunque aún no lo haya ganado.

Su última explosión, en los últimos 1500 metros, en la pista asfaltada en el corazón de la espléndida ciudad de las Marcas, es un punto para el deporte del ciclismo al final de una etapa que recordaba la Lieja-Bastoña-Lieja por su altitud. No es casualidad que Moreno Argentin también ganara en Osimo hace 24 años, logrando un extraordinario four-of-a-kind en el clásico monumental de las Ardenas.

El objetivo de Yates, que tiene en Chaves un aliado precioso que se ha retirado de la clasificación, es ganar el mayor número de segundos posible para distanciar al que parece ser su rival más difícil, Tom Dumoulin. El holandés tiene de su lado la ventaja de la contrarreloj de Trento e incluso ayer, a pesar de no poder engranar las ruedas del desatado británico, le dio solo 6” (entre un desnivel de 2” y el juego de bonificación). En la clasificación Dumoulin, siempre segundo, está ahora a 47”: un retraso que no puede dejar tranquilo ni al estratosférico Yates de estos días, que siempre ha sido superado por el ganador del Giro del año pasado en contrarreloj hasta la fecha.

En la pelea antes de la meta, que también involucró a dos muchachos a los que les encanta ganar como Tim Wellens y Zdenek Stybar, entre los hombres en la clasificación, además de Dumoulin, Pinot y Pozzovivo también se salvaron, reduciendo la brecha de Yates en 8 ”. Para los demás del top ten hubo que someterse a un homenaje casi diario, más oneroso en beneficio del maillot rosa.

Decepcionante de nuevo, entre los grandes nombres estaba una vez más Froome que perdió otros 50” de Yates, incapaz de manejar las aceleraciones en el final, él que escribió páginas de historia del Tour con sus licuados mortales. El británico se desliza hasta el 12º puesto de la clasificación a los 3'20”, superado también por el pálido Aru de este medio Giro, décimo a los 3'10”, y por Miguel Ángel López 11º a los 3'17.

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