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Gira: Gaviria en amarillo. Froome cae, Nibali está bien

Final caótico con una serie de caídas y accidentes que rompieron el pelotón. Nibali gana 51” sobre Froome retrasado por la caída. Quintana también pierde 1'12” por un pinchazo.

Gira: Gaviria en amarillo. Froome cae, Nibali está bien

Hacía años que la primera etapa del Tour, en línea y completamente plana, no había tenido tanto impacto en el ranking de los aspirantes al éxito final como la que inauguró la edición núm. 105 de la Grande Boucle, de Noirmoutier en l'Ile a Fontenay le Comte. Que era el primer desafío entre los velocistas más fuertes del mundo, todos presentes en Francia tras desertar masivamente del Giro, y que el primer maillot amarillo tapaba los hombros de uno de los suyos era obvio, y mucho menos que Vincenzo Nibali estuviera entre los grandes. nombres ya con una ventaja de 51” sobre Chris Froome y Richie Porte e incluso 1'12 sobre Nairo Quintana.

Sin, eso sí, que el Tiburón se maldiga el alma, bueno y afortunado sólo en evitar caerse -como les sucedió a Froome y Porte a cinco kilómetros de meta- o pincharse -como le sucedió a Quintana cuando faltaban apenas unos cientos de metros para la neutralización de la meta-. últimos tres km. Era imposible que los grandes nombres golpeados por la desgracia volvieran porque el grupo de cabeza, con unos sesenta corredores entre los que se encontraban Nibali, Dumoulin, Valverde y Landa, iba a toda velocidad con los equipos de velocistas preparándose para el primer gran sprint, una auténtica parterre de roi del sprint con el primer maillot amarillo en juego.

Fue el colombiano Fernando Gaviria quien lo ganó con el poder y la autoridad que conocimos en el Giro del año pasado, quien dio en el blanco en su debut en el Tour al quemar en orden a Peter Sagan, Marcel Kittel, Alexandre Kristoff. Nibali fue undécimo primero entre la clasificación masculina. Para Froome, que corre este Tour en busca de una cuarta victoria consecutiva en un Grand Tour, es un comienzo cuesta arriba totalmente inesperado. Pero el campeón británico, habiendo dejado atrás el peludo asunto del salbutamol, no se lo toma demasiado con la mala suerte: “Estos son incidentes que son parte del juego. Estamos sólo al principio y París está muy lejos…”.

A los ojos de todos aún está su hazaña en Jafferau en el último Giro, una hazaña de otros tiempos que decidió la carrera rosa tras una salida que no mostró nada bueno. Más problemática y preocupante fue la situación de Quintana, abandonado a su suerte en el momento del pinchazo, con el buque insignia del Movistar siguiendo a Valverde y Landa delante. A diferencia de Froome, el colombiano también está destinado a pagar el precio en la contrarreloj por equipos de mañana en Cholet, 35 km con el Team Sky entre los grandes favoritos dispuesto a ganar, quizás incluso con intereses, lo que Froome perdió ayer.

Para Quintana, el riesgo de comprometer el Tour ya en la primera semana de carrera es alto. Por eso Nibali, a quien no le gustan las contrarreloj y mucho menos por equipos, se mostró especialmente satisfecho con el tesoro acumulado sobre Froome en el caótico e impredecible final de la primera etapa.

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