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Jóvenes: en Italia la independencia comienza a los 40 años

La Fundación Bruno Visentini ha publicado el informe 2019 sobre "Brecha generacional e ingresos de oportunidad" - Estos son los principales resultados de la investigación

Jóvenes: en Italia la independencia comienza a los 40 años

La realización personal, la vida autónoma, la independencia económica de los jóvenes italianos siguen siendo un espejismo. Esto no es nada nuevo, pero lo preocupante es que el problema sigue aumentando año tras año sin que nadie prepare medidas generacionales serias encaminadas a revertir una tendencia que empuja a un número cada vez mayor de jóvenes a traer valioso capital humano al exterior y penaliza aquellos que deciden quedarse, permitiéndoles alcanzar sus primeros objetivos personales y profesionales solo en el umbral o incluso más allá de los cuarenta años.

La Fundación Bruno Visentini, en su informe de 2019, trató de detectar la brecha generacional en Italia, midiendo el grado de dificultad que debe enfrentar un joven para alcanzar las principales etapas que lo llevan a la autonomía y la realización.

JÓVENES: LA BRECHA SE AMPLIA

“En 100, el índice de Brecha Generacional compuesto por 2004 –explica el Informe– compuesto por 13 indicadores compuestos y 36 elementales, ahora se ubica en 128 puntos”. La buena noticia es que en 2014 el índice estaba en 134 puntos, por lo que en 4 años ha habido una mejora. Sin embargo, en comparación con 2018 hubo un ligero aumento adicional (fue de 127) que no augura nada bueno.

En la base de esta brecha se encuentran lo que la Fundación Visentini llama "variables de ruptura" o indicadores. Cuatro principales: riqueza, pensiones, ingresos e igualdad de género.

Comencemos con la primera variable. Según el informe, el indicador de riqueza, que mide de diversas formas la distancia entre la riqueza de los menores de 35 años y la de los mayores de 35 años, es el principal "efecto deprimente e impedimento para el desarrollo de los proyectos de vida y la afirmación profesional de los jóvenes". . Cifras en mano, durante la crisis la riqueza de los jóvenes ha disminuido enormemente, pasando de un valor medio de 68.855 euros registrado en 2004 a apenas 15 mil euros en los últimos años (datos del Banco de Italia). “Un empobrecimiento que no ha implicado a los mayores de 35 años de forma igualmente significativa”, apunta el estudio.

El segundo factor determinante en la base de la brecha generacional son las pensiones. El aumento del gasto en pensiones, que pasó de 158 millones hace quince años a 220 en 2016, y la correspondiente caída del número anual de horas trabajadas (que descendió a 39,6 millones en 2018) repercutió negativamente en la condición de los jóvenes, deprimiendo tangiblemente sus posibilidades de realizarse tanto en el presente como en el mediano-largo plazo.

Otro indicador a tener en cuenta es la “fuga” de capital humano. En los últimos 15 años el número de jóvenes que han decidido emigrar al extranjero -y en particular a países que registran un índice de equidad intergeneracional- se ha incrementado en más de 40 mil unidades y la tendencia ascendente parece destinada a continuar. “Si el muro se eleva demasiado – comenta la Fundación Visentini – los jóvenes solo tienen que darle la espalda al muro mismo y buscar otros caminos para su afirmación personal y profesional. De lo contrario, el tiempo para escalar el muro será insostenible con el riesgo de conquistar una vida independiente solo a partir de los cuarenta o nunca lograrlo".

JÓVENES: MEDIDAS INEFICACES DE LOS GOBIERNOS

“Si es evidente el vínculo entre una crisis prolongada y la “marginación” de un grupo débil como los jóvenes, por otro es igualmente evidente cómo todas las políticas implementadas por los sucesivos gobiernos desde 2014 hasta hoy no han contribuido en nada a reducir la brecha generacional". Esta es la sentencia contenida en el informe de 2019 de la Fundación Visentini que pasa luego a analizar las medidas adoptadas en el marco de la Ley de Presupuestos de 2019. una verdadera “estrategia a medio-largo plazo” y respecto al año anterior los recursos destinados a los jóvenes se redujeron de 55 millones a 4,036 millones de euros. Hablando de la principal medida contenida en el texto, a saber, la renta del ciudadano, el informe explica cómo se puede considerar que la medida es de carácter “no generacional”, es decir, de escaso impacto en los jóvenes. Por dos motivos: el primero se refiere a que las trabas y restricciones introducidas por el gobierno de la Lega-M3,513S favorecen a los beneficiarios que ya cuentan con su propia unidad familiar en detrimento de los más jóvenes. El segundo, en cambio, se basa en datos: según las encuestas publicadas por el INPS en abril, solo el 5% de los solicitantes tienen menos de 25,3 años.

EL INGRESO DE OPORTUNIDAD

Para cerrar la brecha generacional, la Fundación Visentini vuelve a centrarse este año en ingresos de oportunidad, medida que "reconoce a los jóvenes de entre 16 y 34 años, que tengan derecho a ello, un plan de fondo para gastos en servicios y reconocimiento de desgravaciones o beneficios por un importe de 20 mil euros, abonado en una cuenta especial individual que podrá ser utilizada hasta la edad de 35”.

Los ingresos de oportunidad ayudarían a los jóvenes a hacer la transición de la escuela al trabajo, apoyarían la investigación y el desarrollo en la empresa, cubrirían el costo de becas, maestrías, capacitación u orientación profesional. Para financiar la medida se podrían destinar a la misma fondos utilizados de forma no homogénea y no estructural para otras medidas generacionales. De esta forma, se repartirían 4,6 millones de euros a 2,1 millones de personas. Alternativamente, el monto de la cuenta individual podría modularse progresivamente de acuerdo con el ingreso familiar. De esta forma, se aseguraría la cobertura universal para los jóvenes, con una cuota anual de 11 millones de euros, la misma cantidad que la Ley de Presupuestos de 2019 ha destinado a la cuota 100 y la renta básica.

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