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Japón: Se buscan "compañeros de tumba", los entierros colectivos reemplazan a los tradicionales

Los Sres. Kano, una pareja japonesa de unos XNUMX años, se han acostumbrado a ver a menudo a un grupo de personas con las que salen de excursión y cenan. ¿Por qué? Los Kanos buscan "compañeros de tumba", para poder compartir con ellos el descanso eterno en un entierro colectivo, evitando así los gastos de una tumba familiar

Japón: Se buscan "compañeros de tumba", los entierros colectivos reemplazan a los tradicionales

Japón: se buscan "compañeros graves", los entierros colectivos reemplazan a los tradicionales

señores Kano – una simpática pareja japonesa septuagenaria – desde hace un tiempo tienen la costumbre de verse a menudo con un grupo de personas con las que salen de excursión, intercambian libros, salen a cenar. Si estas actividades parecen muy habituales, casi triviales, para un grupo de amigos, menos habitual es la finalidad a la que tiende esta asistencia. De hecho, los Kanos buscan "compañeros de tumba", personas tan compatibles y parecidas que puedan compartir con ellos el descanso eterno en un entierro colectivo, evitando así los gastos de una tumba familiar.

Lo sintoísmode hecho, a cuyas costumbres también se ha adaptado el budismo, se da gran importancia a la relación entre ascendientes y descendientes, a quienes se exige cuidar los entierros de los familiares difuntos y llevar periódicamente ofrendas a las cenizas de los difuntos. Las tumbas tradicionales, que aparecen como tallos de piedra sobre los que se graban los nombres de los difuntos y los de las deidades sintoístas más veneradas en elegantes ideogramas, pueden resultar muy caras y por ello está surgiendo la tendencia de ser enterrados en tumbas colectivas, uno al lado del otro. lado con personas especialmente seleccionadas.

"Mi esposo", dice la Sra. Kano, "vio que su hermano gastó todos sus ahorros para comprar una tumba familiar y decidió que no quería que se le acabara el dinero o que fuera una carga para nuestros hijos". "Los jóvenes de hoy -explica luego- no siempre viven cerca de sus padres, quizás incluso viven en el extranjero, y en estos casos cuidar la tumba como manda la tradición puede convertirse en un problema". Haruyo Inoue, profesor de sociología de la Universidad de Toyo y director de una organización sin fines de lucro que promueve la formación de grupos para entierros colectivos, dice que la categoría más interesada en este tipo de solución es la representada por las parejas que sólo tienen hijas – la tradición exige, de hecho, que las mujeres sean “cooptadas” en las tumbas de sus maridos -, luego sigue la de las parejas con hijos varones, pero que, como el Sr. y la Sra. Kano, por varias razones, entre las cuales las económicas, no quieren tumbas tradicionales. El tercero es el de las parejas sin hijos, el cuarto el de los solteros. Finalmente, en el quinto encontramos mujeres casadas que, a pesar de tener a sus espaldas algunas décadas de matrimonio feliz, no desean pasar la eternidad en la tumba familiar de su marido.

http://www.japantoday.com/category/lifestyle/view/a-dying-business-family-graves-in-japan


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