La locomotora de Europa sigue rodando. A pesar de la crisis y el peligro de recesión que se cierne sobre toda Europa, la Alemania archiva 2011 con un PIB creciendo un 3% anual, mientras que la ratio déficit/PIB se situó en el 1%.
El resultado - comunicado por la Oficina Estadística Alemana - está en línea con las expectativas de los economistas e incluso más que positivo, aunque marca un desaceleración en comparación con el progreso registrado a finales de 2010 en 2009, que había sido de los 3,6%.
En ese caso, sin embargo, fue la tasa de mayor crecimiento desde la reunificación del país. En definitiva, Berlín confirma su liderazgo económico en el viejo continente y lo hace el mismo día en que Mario Monti aterriza en la capital alemana para una nueva entrevista importante con el canciller Angela Merkel,.