Desde el inicio de la crisis el sector de los “hogares” de todos los países de la zona del euro compartió la tendencia débil o negativa de los ingresos, el consumo y las inversiones, así como una propensión a ahorrar cada vez más limitada. En términos reales, en 2012 el ingreso, el consumo y la inversión de los hogares disminuyeron 1,9%, 1,4% y 4% respectivamente; la tasa de ahorro cayó al 12,8%.
Los ingresos no han disminuido en la misma medida para todos los hogares: en la mayoría de los países de la zona del euro, los grupos de ingresos más bajos han sufrido una reducción de ingresos relativamente mayor que las clases más acomodadas. La ampliación de la brecha de ingresos en las clases extremas ha llevado a una aumento del índice de desigualdad que, en la zona del euro, alcanzó un valor de 30,5, nivel récord para este indicador.
Entre los efectos negativos de la caída de los ingresos destaca especialmente la débil tendencia del consumo privado. Según algunos estudios, una evolución incierta tanto de la propia situación financiera como de la situación económica general tiende a deprimir el gasto de los hogares, mientras que la vuelta del índice a los niveles previos a la crisis podría aumentar la dinámica del consumo hasta en un 3%.
Adjuntos: Foco no. 25 – 08 julio 2013.pdf