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Fed, el halcón Fisher habla: "Los mercados pondrán a prueba a Draghi"

Según el número uno de la Fed de Dallas, enemiga de las políticas monetarias expansivas, "los mercados pondrán a prueba al BCE" para comprobar el compromiso asumido por Mario Draghi en el pico de la crisis" - En cuanto a los tipos estadounidenses, "se piensa que empezaremos entre primavera y verano. Espero que antes” – Cucchiani: “Las tasas bajas no son la única manera de reiniciar”.

Fed, el halcón Fisher habla: "Los mercados pondrán a prueba a Draghi"

“Había un dicho: 'No luches contra la Reserva Federal'. Bueno, ahora es 'no luches contra Draghi'. Queda por ver si los mercados cuestionarán este nuevo dicho”. El presagio de la especulación proviene de Richard W. Fisher, presidente de la Reserva Federal de Dallas, al intervenir hoy en la conferencia "El impacto de la política monetaria de EE. UU. en la Eurozona" organizada en Roma por el Instituto de Asuntos Internacionales.

Enemigo siempre de la política ultraexpansiva inaugurada por Ben Bernanke y continuada por Janet Yellen, Fisher -en el cargo desde 2005 y destinado a dejar su cargo el próximo abril- es uno de los halcones que pueblan las reuniones del comité federal de mercado abierto ( FOMC), el principal órgano de toma de decisiones del American Central Institute. 

Su preocupación "no es la inflación", sino "la eficacia misma de esta política monetaria", que corre el riesgo de reavivar viejos problemas a ambos lados del Atlántico. La mayor parte de la enorme liquidez inyectada en el sistema gracias a las políticas de los bancos centrales, de hecho, no ha llegado a la economía real y en este punto -según Fisher- corre el riesgo de volver a convertirse en especulación

“Uno no puede pensar que esto va a durar para siempre –dice el banquero-. Los mercados pondrán a prueba al BCEpara comprobar el compromiso asumido por Mario Draghi en el pico de la crisis, cuando el número uno de la Eurotower aseguró que haría “todo lo necesario” para proteger el euro.  

Sin embargo, del lado estadounidense, Fisher argumenta que la política de la Fed ha alimentado un auge financiero que podría crear burbujas en algunas áreas, como él muestra "el altísimo riesgo que estamos empezando a ver en el mercado de bonos basura hoy”. Por eso, el número uno de la Fed de Texas espera con ansias el subida de tipos: “El mercado piensa que empezaremos entre primavera y verano –recuerda-. No quiero desvelar nuestras conversaciones internas, pero reitero que en lo personal preferiría más temprano que tarde”.

Los efectos en Europa, en todo caso, será tanto positivo como negativo, ya que, según las previsiones de Fisher, "por un lado el euro podrá depreciarse, por otro se activará un flujo de capitales europeos hacia Estados Unidos que podría haber consecuencias destructivas sobre los mercados financieros de la Eurozona, porque el capital para sustentarlos podría agotarse”. 

Por otro lado, Fisher coincide con Draghi en un punto fundamental: “Hay demasiado enfoque en la actividad del banco central, que es necesaria pero no suficiente para desencadenar una recuperación real”. El problema central, por tanto, es de carácter político. 

En la misma linea Enrico Tommaso Cucchiani, quien -durante la misma conferencia- subrayó un desequilibrio fundamental: "Entre 2011 y 2014, el diferencial italiano cayó de 550 a 130 puntos -recuerda el ex director general de Intesa Sanpaolo, hablando en público por primera vez tras la dimisión del mayor italiano banco -. Pero, ¿cómo se ha desarrollado la economía desde entonces? El PIB ha perdido alrededor de 4 puntos porcentuales, la relación deuda-PIB ha aumentado del 125 al 135 % y el desempleo juvenil ha alcanzado picos inaceptables de casi el 40 %”.

Ante estos datos, “muchos políticos creen que la única solución es bajar los tipos y flexibilizar –continúa Cucchiani-, pero yo no estoy de acuerdo. Los problemas de Italia son otros, sobre todo la baja competitividad, la intrusividad del Estado, la burocracia ineficiente y la formación de bajo nivel en sectores clave”. En definitiva, “ahora más que los bancos centrales les toca a los gobiernos hacer su parte. Y cuando buscan modelos para redactar reformas harían mejor en mirar más allá de las fronteras de Europa”. 

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