El problema de la fuga de capitales de Suiza a Alemania ha llegado a su punto máximo tras el aumento de la presión sobre los evasores de impuestos alemanes. Según Hagen Kohlmann, de la principal oficina de aduanas de Ulm, en una entrevista con el Wirtschaftswoche, "a veces encontramos capital en uno de cada tres coches que cruzan la frontera". “Il Sole 24 Ore” también lo informó en los últimos días.
Las incautaciones de dinero involucran cada vez más sumas de seis cifras, agrega el jefe del sector aduanero en la región fronteriza entre Suiza, Alemania y Austria. El límite máximo de dinero que se puede importar a la Unión Europea sin declaración asciende a 10 euros.
En 2013, la aduana alemana incautó la suma de 573 millones de euros, frente a los 9,3 millones del año anterior. Varios bancos suizos han dado un ultimátum a sus clientes a finales de año para que ajusten su situación fiscal. Este movimiento llevó a muchos evasores de impuestos a tomar medidas, y en Alemania el número de autoinformes aumentó drásticamente.
La situación también se ha extendido a Italia donde sólo en marzo, en la frontera de Chiasso, se produjeron ocho embargos de capital contra "passeurs", bloqueados en un intento de ocultar el dinero.
