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Europeos: final de muy alta tensión Italia-Inglaterra

Italia-Inglaterra es una final inesperada cuyo valor va más allá del deporte y expresa el deseo de revancha de dos países muy afectados por la pandemia -Inglaterra no gana un trofeo internacional desde hace 50 años pero la Italia de Mancini sueña con el sensacional triunfo bajo la mirada de Mattarella

Europeos: final de muy alta tensión Italia-Inglaterra

El gran día ha llegado. Italia se prepara para vivir un domingo deportivo histórico, con Londres como epicentro de todo: entre Wimbledon, sede de la final entre Novak Djokovic y nuestro Matteo Berrettini (¡primer azul en hacerlo en 134 años de historia!) y Wembley, donde Italia-Inglaterra se disputará, son sólo 14 millas, pero pueden ser la diferencia entre un día importante y uno absolutamente inolvidable.

Más allá del orgullo de haber llegado hasta aquí, está claro que ahora los resultados cuentan, especialmente en el fútbol: si para ganar en tenis, de hecho, se necesitaría una hazaña sensacional (Djokovic es siempre el número uno del mundo), esto no es así. el caso de los blues, que comienzan desvalidos solo por cuestiones ambientales. Aunque desde un punto de vista técnico el equipo de mancini si puede jugar muy bien con el de Southgate, como admitió el propio técnico en la rueda de prensa de ayer.

"Inglaterra es fuerte, tiene muchas armas incluso desde el banquillo, pero nosotros también –sus palabras-. Pero tenemos que mantener la calma y concentrarnos en nuestro juego, aún nos queda un último partido y queremos hacerlo bien, incluso divirtiéndonos. No estoy agitado, aunque está claro que la presión es muy diferente en comparación con el principio: esto, después de todo, es el final…”. Para Roberto, verdadero deus ex machina de esta selección, es sin duda el punto más alto de una carrera vivida a cotas muy importantes, pero sin llegar nunca a tocar ciertas cimas internacionales.

Es posible que finalmente haya llegado el momento, sobre todo porque como jugador, incluso por su culpa, el matrimonio con la camiseta azul realmente nunca despegó. “Jugué en una Sub 21 extraordinaria y en una selección fantástica, pero no logramos ganar ni en 1988 ni en el mundial de casa de 1990 – confirmó el entrenador de Jesi -. espero poder atraparme esas satisfacciones que no tuve como futbolista, a pesar de haber estado en equipos muy fuertes”.

Para los corredores de apuestas Inglaterra es la favorita, aunque solo sea porque jugará en un Wembley casi lleno (75% del aforo) y, inevitablemente, coloreado con la cruz de San Jorge, pero fuera de la "pérfida Albión" son muchos los que apuestan por los azzurri, empezando por los escoceses de El Nacional, que ayer colocó a Mancini disfrazado de Braveheart en primera plana indicándolo como "Final Hope" frente a la victoria de los odiados primos. En definitiva, el clima es caluroso y esta noche hará aún más calor en el terreno de juego, donde estarán sobre el escenario duelos absolutamente imperdibles. Sobre todo, por razones obvias, la de Giorgio Chiellini y Harry Kane, considerada por muchos insiders como decisiva a los efectos del desafío. “Siempre me ha gustado, soy muy fan suyo y Paratici también lo puede confirmar – explicó el capitán azul -. Inglaterra es formidable, saben hacer daño, se necesitará corazón cálido y cabeza fría, en algunos momentos habrá que ser atrevido, en otros ser lúcido: en momentos así hay tantas emociones, todavía nos falta el último centímetro para llegar todos juntos".

Por una vez no hay dudas de entrenamiento, en el sentido de que Mancini ya lo tiene en mente desde la noche del martes tras el triunfo ante España. El once para la final será el mismo, por tanto 4-3-3 con Donnarumma en la portería, Di Lorenzo, Bonucci, Chiellini y Emerson Palmieri en defensa, Verratti, Jorginho y Barella en el centro del campo, Chiesa, Immobile e Insigne en ataque.

Si hay tanta presión sobre Italia, y mucho menos sobre Inglaterra, en la primera final de un torneo importante después de la de 1966, que fue la única a la que llegó. Un entusiasmo increíble recorre Londres, en señal de que "El fútbol vuelve a casa" (el fútbol vuelve a casa) que acompañó a los Lions durante toda la Eurocopa: incluso la reina Isabel avivó las llamas al publicar en el perfil de Instagram de la Familia Real una foto que la retrata con Bobby Moore y el Mundial de 66, deseando que su familia sea capaz de repetir el éxito. “

Estamos en la final y estamos aquí para ganar. – confirmó Southgate sin rodeos -. Queremos irnos a casa con la copa en la mano. Estamos listos, preparados tácticamente, los muchachos están acostumbrados a jugar juegos de este tipo, queremos hacer algo importante, único. Este es nuestro momento, lo que pasó en el pasado no es importante, solo importa el presente”. “Chiellini y Bonucci son dos grandes defensores, dos guerreros –repitió Kane-. Pondrán todo en el campo para ganar, al igual que nosotros: si ganamos, seremos recordados de por vida".

IEl CT inglés tendrá que prescindir de Foden, lesionado antes del final, por lo demás todo habilidoso y enrolado para un 4-2-3-1 que verá a Pickford entre los postes, Walker, Stones, Maguire y Shaw atrás, Philips y Rice en el medio, Saka, Mount y Sterling detrás del solitario delantero Kane. El árbitro del partido será el holandés Kuipers, cuyo papel está en el punto de mira tras el episodio del miércoles, en el que Inglaterra venció a Dinamarca gracias a un generoso penalti de su compatriota Makkelie. Polémicas que, esperemos, puedan quedar en el papel, porque esta noche el árbitro solo tendrá que ser un extra espléndido. 

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