Será la anfitriona Francia la que se enfrente a Portugal el domingo por la noche en París en la final de esta Eurocopa 2016. Los blues se llevaron el pase al último acto del torneo al vencer este jueves en semifinales a Alemania, derrotada por 2-0 con doblete de Griezmann. El delantero rojiblanco llegó así a los 6 goles, convirtiéndose en el máximo goleador del torneo. La ausencia del lesionado Mario Gómez en el centro del ataque pesó sobre todo en Alemania, que también creó mucho.
El arranque de los locales es vehemente y en los primeros 10 minutos mucha agresividad pone en crisis a los alemanes. Neuer está listo para esquivar el remate a bocajarro de Griezmann, tras un intercambio con Matuidi. Loew sacude a su equipo desde el banquillo y en el minuto 14 Lloris también calienta los guantes desviando la zurda de Emre Can. Alemania tiembla, gana el campo y Lloris levanta un tiro envenenado de Schweinsteiger al larguero.
Pero los minutos finales de la mitad siguen siendo franceses. En el 41' un error de Boateng lanza a Giroud a la red, pero la milagrosa recuperación de Hoewedes desactiva el peligro. En recuperación, Schweinsteiger golpea el balón de la mano en una entrada aérea con Evra. Para Rizzoli es penalti y Griezmann no falla desde el punto de penalti.
A los 15 minutos del segundo tiempo Boateng se lesiona (problema muscular) y entra Mustafi. Alemania ha perdido dinamismo y Loew intenta devolvérselo quitando Can a Goetze. Pero mientras los campeones del mundo intentan armar una reacción, llega el 2-0 francés. Tras centro de Pogba desde la izquierda, Neuer impidió el remate de cabeza de Giroud, pero el balón le llegó a Griezmann, que no tardó en rematar en la red y pasarlo entre las piernas del portero alemán. Parece el golpe de gracia, pero tras encajar el segundo gol Alemania se vuelve más peligrosa.
Kimmich, centrocampista cedido a la defensa, remató en el poste exterior de la portería defendida por Lloris, que en el descuento realizó una gran parada, tras un cabezazo del propio Kimmich. Pero el resultado no cambia. Los franceses rompieron así el hechizo y desacreditaron el tabú de Alemania: no habían derrotado a los alemanes en un partido oficial desde 1958.
