A partir de 2017, las visitas fiscales a los empleados estatales con licencia por enfermedad ya no estarán a cargo de las autoridades sanitarias locales, sino exclusivamente del INPS, como ya ocurre en el sector privado. Esta es una de las novedades contra el absentismo en la administración pública que contempla la reforma Madia (la ley habilitante detenido en noviembre por la Consulta por un vicio de procedimiento). La medida encontrará su lugar en la nueva Ley Refundida sobre empleo público, contenida en un decreto legislativo que se espera que el gobierno apruebe el 16 o 17 de febrero.
HORARIOS Y MODALIDADES DE LAS NUEVAS VISITAS FISCALES
Las visitas fiscales pueden ser ordenadas de oficio por el INPS o solicitadas por la Administración Pública. También se prevé la armonización entre los sectores público y privado en cuanto a los tiempos de las inspecciones. A día de hoy, los empleados de las Administraciones Públicas pueden recibir visitas fiscales en franjas horarias más amplias que las previstas para los particulares (9-13 y 15-18 frente a 10-12 y 17-19), pero próximamente se establecerán dos intervalos iguales de tres horas en el mañana y tres horas por la tarde. Las investigaciones pueden realizarse "sistemática y repetitivamente" y la base de datos informática del INPS permitirá controles específicos.
AUSENCIAS SOSPECHOSAS
Otra de las novedades incluidas en el borrador de la nueva Ley Refundida pretende desincentivar las ausencias por enfermedad en los periodos más estratégicos (y sospechosos), es decir, antes y después de los fines de semana o en correspondencia con puentes y puntas de servicio. La ley, que aún debe definirse en detalle, también debería contemplar un recorte en el salario auxiliar para todo el personal de oficina en caso de índices de ausencia más altos de lo normal.
LOS NÚMEROS EN JUEGO
Con base en datos de la Contaduría General del Estado, sólo en 2015 los trabajadores estatales sumaron 30.024.838 días de ausencia por enfermedad. De media, poco más de 9 por persona. Si a la factura se le suman las licencias, ausencias al trabajo vinculadas a la ley 104, huelgas y permisos varios, el total aumenta en más del doble, llegando a 19,3 días por persona. La diferencia con la misma cifra para los trabajadores del sector privado (13) es de casi el 50 por ciento.
