Una sala abarrotada. Inversores, analistas, banqueros (la mitad de los cuales no son italianos sino ingleses, americanos y alemanes). Todos allí, en la Ciudad, para escuchar al Primer Ministro italiano Enrico Letta a puerta cerrada. Domenico Siniscalco y el inversionista activista Davide Serra también estuvieron presentes en la reunión.
El Primer Ministro habló de IVA e Imu; reiteró que tiene poco margen de maniobra con respecto al presupuesto de 2013 pero también dijo que confía en que, entre 2014 y 2015, podrá realizar intervenciones más decisivas e incisivas. “Las reformas van por buen camino”, declaró Letta frente a la audiencia, reiterando el compromiso con las privatizaciones (principalmente de activos inmobiliarios) que deberían comenzar en otoño. Para la reforma electoral, la Premier habló de 18 meses.
Las prioridades del gobierno italiano son los jóvenes y las pequeñas y medianas empresas. Letta ratificó su empeño por reducir costes y aumentar la eficiencia de la administración pública "que sigue siendo la más pesada de Europa". Italia debe comenzar a atraer más capital del exterior, dijo el Primer Ministro; por eso habló del proyecto “Destinazione Italia”.
Al finalizar el encuentro, Letta se despidió porque aseguró que volverá a visitar Londres en otoño.