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Emergentes y petróleo, así China y Verde cambian las reglas del juego

El desacoplamiento de Países Emergentes (estacionarios) y materias primas (que van al alza) ya es una anomalía este verano. China también se está desacelerando. Oportunidades no faltan pero ojo con los impagos. El acuerdo verde está cambiando las opciones de los inversores

Emergentes y petróleo, así China y Verde cambian las reglas del juego

Precios del petróleo subiendo hacia los más altos desde 2015, abundante liquidez, es decir, salida de capital de los sectores tradicionales hacia las energías renovables. El horizonte se presenta a los ojos como sereno o como los ojos de los inversores. Pero, como todo buen conductor sabe, es en estas ocasiones cuando se esconde lo inesperado, peligroso para los distraídos y superficiales. 

La regla clásica es que materias primas y mercados emergentes preservar el viaje. Así era hasta hace unos meses. Tanto el índice de mercados emergentes como el de materias primas subieron un 25% entre noviembre y enero. Luego, los caminos se separaron: los mercados emergentes están haciendo tiempo, mientras que las materias primas, tanto los metales como las materias primas blandas, avanzan alrededor de un 30 por ciento. 

El arcano tiene una doble explicación: 

 1) Por ahora los países de América del Sur representan una minoría del índice Emergente mientras que las áreas con rápido crecimiento industrial y tecnológico están cada vez más presentes. Tech plus Ict suponen el 38% de la capitalización total. 

 2) La novedad está representada por China. Normalmente, las materias primas y el crecimiento chino van de la mano. Esta vez China se ralentiza, las materias primas no. El conductor al revés es el plan de Biden el que afecta las compras de EE.UU. y la Eurozona. 

Otra anomalía de este bizarro verano se refiere a la tendencia de los activos petroleros. Sorprendentemente, los mejores negocios los están haciendo los compradores de las reservas o aquellos que ya no tendrán mercado si muchos países se adaptan a las restricciones del tratado de París para la reducción del consumo de CO2. Pero Ineos, dirigida por Brian Gilvary, veterano de BP, está comprando reservas a precio de venta, la última de ellas la danesa Hess Oil, vendida porque Copenhague ya no pretende tolerar emisiones contaminantes a partir de 2030. El fenómeno está destinado a crecer porque Big Oil, que vendió 30 millones de dólares en activos el año pasado, está planeando enajenaciones de al menos 140 millones de dólares. Mientras tanto, la carrera por las energías renovables se entrelaza con la batalla dentro de los países productores. Allá rebelión emiratí a las cuotas establecidas por Arabia Saudita y Rusia tiene su origen en la necesidad de Abu Dabi de obtener el efectivo necesario para las fuertes inversiones verdes de los Emiratos. 

Emergentes sí, en definitiva, pero con criterio. Gracias a la recuperación, los gestores se desviarán a mercados de esta categoría más o menos. 130 millones a los que se sumará el capital del FMI. Pero ojo con los impagos: en el último año Argentina, Ecuador, Liberia, Surinam y Zambia han levantado la bandera blanca.

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