“La inflación general ha disminuido significativamente en los últimos doce meses. En noviembre de 2013 era del 0,9 % y ahora debería volver a estar por encima del 1 %. Es fundamental que las tasas de inflación en la Eurozona regresen a la meta”. Estas son las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, hablando en el 24º Congreso Bancario Europeo en Frankfurt. El objetivo de referencia es, como se sabe, una tasa anual inferior pero cercana al 2% (frente al 0,4% actual), y el número uno de la Eurotorre espera que eso suceda "sin demora", reiterando que el Banco Central de la Unión Europea vuelve a estar listo para intervenir. “La política monetaria puede jugar su papel pero es claro que, mientras la política monetaria actúa del lado de la demanda, otro tipo de políticas deben acompañar este proceso o, al menos, no deben oponerse a él”.
Según Draghi "esto significa que la orientación general de las políticas fiscales de la zona del euro debe estar en línea con nuestra posición en el ciclo" y "también significa que esta orientación debe apoyar la confianza, siempre dentro del marco de la gobernanza, de lo contrario, la falta de confianza socavar los planes de inversión y anular los efectos positivos de la política fiscal sobre la demanda”. Incluso "las reformas estructurales son una parte esencial de la combinación de políticas necesarias", dijo Draghi. “Necesitamos crear condiciones comerciales que sean propicias para la inversión”, lo que también ayuda a los esfuerzos de política monetaria.
"No podemos quedarnos de brazos cruzados -advirtió el presidente del BCE-, pero debemos tener mucho cuidado de que estas bajas tasas de inflación no se propaguen gradualmente por toda la economía de forma que puedan empeorar la situación económica y las perspectivas de precios". Mientras Draghi habla, y a la espera de la intervención del presidente del Bundesbank Weidmann, las bolsas europeas transitan en territorio positivo: Piazza Affari gana más del 1% y todas las demás también tienen un signo de "más".
