Hoy en la mesa de Comisión Europea viene la solicitud abierta procedimiento de infracción contra Italia por incumplimiento de la Directiva de Pagos de las Administraciones Públicas. Salvo giros y vueltas, los comisionados deberían aprobar el envío de una carta de notificación formal a Roma.
El procedimiento de infracción ha sido temido en varias ocasiones durante los últimos meses a la luz de los datos recibidos de sujetos como Ance y Confartigianato, que han señalado en reiteradas ocasiones la persistencia en Italia de retrasos en los pagos de hasta 200 días. No obstante, la carta de requerimiento de Bruselas no debe referirse a deudas pasadas, sino únicamente los contratados a partir del 2013 de enero de XNUMX, cuando entró en vigor en Italia la directiva de la UE que impone un tiempo máximo de 30-60 días a la AP para pagar a las empresas.
Después de enviar la carta, hay dos posibilidades: el Gobierno podría convencer a Bruselas de que ha tomado las medidas necesarias para cumplir, o la Comisión podría decidir pasar a la siguiente etapa del procedimiento, es decir, enviar un dictamen motivado, el último paso antes de remitirlo al Tribunal de Justicia.
En cuanto a las deudas pasadas, que no están incluidas en el procedimiento de Bruselas, ayer llegó la tranquilidad del presidente de Cassa Depositi e Prestiti, Franco Bassanini:: “Si no hay ningún contratiempo –dijo-, se podrá pagar hasta el mítico 21 de septiembre. Desafortunadamente, el Gobierno se vio obligado a esperar un par de meses antes de emitir el decreto, porque primero se necesitaba la opinión de la Comisión de la UE y había que cambiar los saldos presupuestarios en las dos Cámaras".
Ahora, sin embargo, “las solicitudes de pago de las empresas están llegando a la plataforma central –añadió Bassanini– y el mecanismo debe ser sencillo: las administraciones tienen un mes para pagar, impugnar o certificar. La asignación de recursos que se ha hecho permitirá que muchas administraciones paguen, para las que fallen intervendrán los bancos”.