A nivel político y electoral, "Italia hoy está peor que Grecia". Así lo afirmó en el Sole 24 Ore de hoy uno de los más acreditados politólogos y estudiosos de los flujos electorales como lo es Roberto D'Alimonte, profesor titular de Luiss.
"Hay un problema en el que muchos protagonistas de la política y los mercados italianos todavía no han puesto el foco del todo" y es que en Grecia bastaba con volver a votar a los pocos meses para formar un gobierno que el primer resultado electoral no permitía. Pero en Italia no sería así. ¿Por qué? D'Alimonte lo explica: "Volver a votar sin cambiar la ley electoral del Senado equivale a apostar a la ruleta".
El pasado muestra que en tres elecciones con el Porcellum sólo en un caso (en 2008, cuando ganó Berlusconi) el sistema ha producido un verdadero ganador en el Senado. El sistema de bonos regionales es pésimo y entonces –se pregunta D'Alimomte– “sobre qué base se puede imaginar que la votación produzca un resultado diferente” al de las elecciones del 24 y 25 de febrero.
¿Cuál es la conclusión? Que sin reformar el Porcellum y prever una bonificación mayoritaria en el Senado a nivel nacional en lugar de muchas bonificaciones a nivel regional, el resultado de nuevas elecciones no variaría mucho del actual o sería muy incierto. Además de modificar el sistema de premios en el Palazzo Madama, según D'Alimonte también habría que dar el voto a los dieciocho años para el Senado (pero cuidado: es una reforma constitucional que requiere tiempo y calificado mayorías, optando por el modelo electoral francés y superando perfectamente el bicameralismo. En definitiva, no son cosas que se puedan hacer en unas pocas semanas.
