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De las pinturas la solución de un amarillo que tiene 537 años

Valeria Tranquilli analiza las obras de al menos siete pintores, entre ellos Leonardo y Perugino, y encuentra confirmación de que fue Ludovico il Moro quien mandó asesinar a su hermano Galeazzo Maria Sforza

De las pinturas la solución de un amarillo que tiene 537 años

Valeria Tranquilli no confía en los historiadores del arte. Examinan pinturas, frescos y esculturas, evalúan materiales, describen y comentan volúmenes y colores, analizan estilos. Pero rara vez intentan comprender los otros mensajes de la obra de arte, aquellos que no son puramente estéticos. “Si ven a dos personas comunicándose con señas con las manos, reconocen que son sordomudos -dice-, pero si trataran de interpretar la lengua de señas también sabrían lo que se están diciendo”. Valeria Tranquilli, apasionada por Leonardo y por los acontecimientos de su tiempo, nunca se detuvo ante la primera evidencia superficial. Mirando un cuadro, cuando detecta alguna aparente incongruencia, trata de comprender su verdadero significado. Esto se debe a que grandes artistas como Leonardo da Vinci no podrían haber pintado por accidente o por error un gesto, una anomalía, un pie con seis dedos o un cuchillo en la mano de una persona que no está allí…

Con ese espíritu, perseverante y también combativo, compuso un rompecabezas que responde a una pregunta de más de quinientos años: ¿quién mató a Galeazzo Maria Sforza en la mañana del Boxing Day de 1476? El thriller está un poco anticuado y en realidad siempre se han susurrado las sospechas sobre Ludovico il Moro, pero Valeria Tranquilli, consultando los documentos originales y escudriñando hasta el más mínimo detalle de las pinturas de la época, está segura de haber identificado la evidencia. del crimen, que siguió al del sobrino del Moro, Gian Galeazzo. Para "describir" los hechos están los pinceles de siete pintores, incluidos los ilustres de Leonardo da Vinci y Perugino.

El ensayo se presenta en forma de diálogo y agrupa un gran número de observaciones e interpretaciones afines, con una prosa seca e incisiva, a veces quizás imperfecta (sine literae, dice de sí mismo, como decía el propio Leonardo) pero que demuestra cómo el 'autor está en las filas de los expertos más atentos y competentes del genio de Vinci, aunque no reconocido. Nada que ver con las hipótesis cautivadoras, sensacionalistas y falsas de Dan Brown. Para respaldar cada certeza y motivar cada suposición hay detalles que de otro modo no se explicarían. Son detalles que todos pueden ver, pero que a la mayoría se les escapan, o que algunos prefieren no comentar. Las excelentes fotografías que acompañan al misterio histórico permiten al lector seguir las interpretaciones del autor y equivalen a un informe policial científico moderno. El libro que "ve" dentro de las pinturas de Leonardo también quiere ayudar a los niños africanos que corren el riesgo de quedar ciegos debido a las malas condiciones de vida. De hecho, el producto de las ventas se destinará a CBM Italia Onlus.

 

Valeria Clelia Tranquilli Siete pinceles para la justicia, Edizioni Colibrì, noviembre de 2013, 78 páginas, 15 euros.

Puede solicitarse directamente a la editorial (via Coti Zelati 49, Paderno Dugnano, 20037) o a CBM (Via Melchiorre Gioia 72, Milán).

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