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DA MORNINGSTAR: tres pasos para revelar el verdadero costo de los fondos

DE LA REVISTA MORNINGSTAR – Decir al inversor qué servicio paga, reformar la jungla de clases y especificar cuánto gasta en términos absolutos y no porcentuales son las propuestas de Morningstar para aumentar la transparencia en estos instrumentos – “Costos 2.0” es la fórmula innovadora de Morningstar .

DA MORNINGSTAR: tres pasos para revelar el verdadero costo de los fondos

“Costi 2.0” es la propuesta de Morningstar para una representación innovadora de los gastos a los clientes. Las comisiones siguen siendo un área opaca pero crucial para los inversores de fondos por varias razones. Primero, es difícil navegar en la jungla de clases, que han proliferado en los últimos años sin un estándar que las identifique (por ejemplo, se utilizan diferentes letras o combinaciones de letras). En segundo lugar, el éxito de los productos pasivos hace que sea cada vez más difícil para los administradores activos justificar Las altas comisiones y los bajos tipos de interés dificultan generar un buen rendimiento en renta fija. Finalmente, la investigación de Morningstar muestra que las soluciones más económicas tienden a superar a las costosas con el tiempo.

El objetivo de la propuesta es hacer que los perfiles de tarifas sean fáciles de entender, comparar y relevantes para los inversores. Los promotores, John Rekenthaler y Paul Ellenbogen, vicepresidente de investigación de Morningstar y director de servicios de consultoría de Morningstar Investment Management, respectivamente, sugieren tres pasos.

1. Decir al inversor por qué servicio paga comisión

Se debe especificar a los ahorradores el tipo de servicio que se pretende remunerar con la tarifa. Morningstar ha identificado cinco categorías.

– Gestión de la cartera: Esta partida incluye gestión e investigación de valores
– Gastos de administración: son los gastos de la sociedad gestora excluidos los gastos de gestión y distribución.
– Gastos de explotación: incluyen los de custodia, agente de transferencia, servicios al cliente, informes y, en general, los gastos directamente relacionados con el servicio a los suscriptores del fondo.
– Costos de distribución: son los gastos incurridos para hacer crecer el negocio, excepto los honorarios pagados a los asesores financieros. Algunos ejemplos son los costos de ventas, publicidad y marketing.
– Costes por consultoría: es la retribución de los intermediarios por la atención al cliente en la selección o seguimiento de la cartera o en el suministro de información.

Los costos deben ir acompañados del promedio de la industria para el tipo específico de inversión, a fin de facilitar la comparación.

2. Hacer que las clases de fondos sean comparables

La propuesta consiste en una grilla que distingue en macrocategorías (particulares, intermediarios y fondos de pensiones) y en tipos de clases dentro de las mismas para las cuales es claro si existen o no costos de operación, distribución y consultoría. Esta cuadrícula aumenta la comparabilidad entre clases del mismo tipo y permite comprender qué componentes de la tasa global son más altos o más bajos.

3. Presentar los gastos claramente

Por lo general, las tarifas se expresan en términos porcentuales, por lo que a los inversores les resulta difícil comprender cuánto están pagando en términos absolutos. John Rekenthaler y Paul Ellenbogen proponen hacer más explícita esta voz. Por ejemplo, se podría decir: "Si inviertes 10 euros y ganas un 5 % anual, el coste en el que incurrí por mi inversión, desde la suscripción hasta el reembolso total es n EUR". Por supuesto, una oración como esta es demasiado general y debe personalizarse. La experiencia de algunos países, como Canadá, Australia, el Reino Unido y los Países Bajos, muestra que es posible informar ad-hoc. En estos mercados, de hecho, la regulación exige que se haga explícito cuánto paga el ahorrador en términos absolutos por las distintas actividades (gestión, operaciones, etc.). Un paso más es mostrar cuánto influyen los gastos en el rendimiento del inversor.

Leer el articulo completo en la revista Morningstar.

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