Il gobierno quiere intervenir en el mundo de fútbol. Hay un proyecto de ley sobre la mesa del Ministro de Deportes Andrea Abodi y recientemente compartido con la Federación de Fútbol y el CONI que tiene como objetivo establecer una agencia gubernamental per supervisar las finanzas de los clubes deportivos.
En la práctica, al gobierno le gustaría reemplazar el Covisoc, la Comisión de Supervisión de Clubes de Fútbol Profesional, un organismo interno dentro de la FIGC que monitorea la salud de los clubes e informa a la Federación quién puede registrarse y quién no.
La situación es tan urgente que el presidente de la Federación de Fútbol, gabriele gravina, tuvo que convocar a todos los componentes federales, incluidos los líderes de las tres ligas (A, B y Lega Pro), para una reunión de emergencia Lunes a las 18.
Las manos del Gobierno en el fútbol
La nueva Agencia de supervisión económica y financiera de los clubes deportivos profesionales será una organismo público no económico con sede en Roma, supervisado por el Palazzo Chigi o por el Ministro de Deportes. Tendrá "autonomía normativa", controlará los presupuestos de los equipos, sugerirá correcciones, podrá solicitar documentos y realizar inspecciones de los clubes. Tendrá el poder de cconvocar a los dirigentes de la FIGC y Ligas e influirá en las inscripciones a campeonatos, con decisiones vinculantes sobre quién puede participar. La medida afectaría a los clubes de la Serie A, B y la Lega Pro, pero también al baloncesto masculino de la Serie A.
¿Quién y cómo se formará la nueva agencia?
La nueva agencia será compuesto por un presidente y dos vocales, designado por Meloni y Abodi, con un mandato de cuatro años no renovables, además de un secretario general y treinta empleados. Su costo anual será de 2,5 millones de euros, pero no será financiado por los contribuyentes, sino por las propias empresas. Queda por ver cómo se dividirá este gasto entre las ligas, que tienen cifras de facturación muy diferentes.
El texto de la reforma podría ser pronto incluido en una disposición gubernamental. Hay dos problemas que suscitan discusión: en primer lugar, existe la preocupación por naturaleza sustancial ya que priva al ConiI y a las federaciones de la facultad de control de manejo, socavando la independencia y neutralidad del deporte respecto de la política. En segundo lugar, hay una critica de forma ya que la medida pasa por alto al Parlamento sin respetar los requisitos de necesidad y urgencia que exige un decreto-ley, lo que significa que la revolución no comenzaría inmediatamente, sino dentro de un año.
Detrás de la idea de un control externo sobre las empresas, idea que surgió recientemente durante una audiencia de los presidentes de la Serie A, B y C en la comisión de cultura, habría Claudio Lotito, presidente de la Lazio y senador de Forza Italia, que desde hace tiempo es un "enemigo jurado" del presidente de la Federación de Fútbol, Gabriele Gravina.
El papel actual del Covisoc
Actualmente, el control económico-financiero es gestionado por las propias federaciones, estableciendo el CONI principios y métodos generales, mientras que los estatutos de las federaciones determinan el sistema de control y las medidas conexas. En el fútbol, el Covisoc se encarga de supervisar las empresas, con miembros designados por el consejo federal, compuesto por un presidente y cuatro concejales, aunque es un organismo autónomo que realiza controles periódicos durante la temporada. Allá decisión final La admisión a los campeonatos corresponde entonces al Consejo Federal.