En las pocas semanas que han transcurrido desde la firma del hipotético acuerdo el pasado 26 de noviembre hasta hoy, la más de 6000 reuniones en lugares de trabajo, en la que participaron delegados y operadores de todas las organizaciones sindicales; todos muy implicados y que han contado con el amplio consentimiento de los trabajadores a la hipótesis de un acuerdo que fue firmado conjuntamente por Fiom, Fim y Uilm el mes pasado, con más del 80% de los trabajadores que aprobaron el convenio.
Casi 6 mil empresas interesadas para un total de 678.328 trabajadores, de estos votaron 350.749 (equivale al 63,27% de los presentes los días de votación); de estos 276.627 (80,11%) votaron SI y 68.695 (19,89%) votaron NO. Los blancos fueron 3.836 y los nulos 1.591.
“Ha sido sin duda el contrato más difícil de la historia de la categoría -comenta una nota difundida por Fim Cisl-, renovado en un contexto de deflación y crisis pero también con un paro que supera con creces la media, sobre todo entre los jóvenes europeos. Sin embargo, hemos sido capaces, y los trabajadores lo han entendido, de encontrar soluciones que, además de mejorar los aspectos salariales y asistenciales, dan cabida a nuevos derechos como el de la formación subjetiva, y abren camino, como todo europeo país, a la participación de los trabajadores en las decisiones estratégicas de la empresa. El nuevo contrato supone un “pacto por la fábrica” que mira al futuro con las perspectivas que abre la Industria 4.0”.
“El contrato –continúa la nota– fue valorado por los contenidos innovadores de formación continua y derecho al estudio, clasificación profesional, protección de la salud y el bienestar, conciliación de la vida laboral y personal y participación. Los trabajadores mostraron conciencia de la importancia del nuevo mecanismo salarial para protegerse contra la inflación y dieron la bienvenida a la novedad de los beneficios flexibles, que brindan un fuerte apoyo a la renta neta disponible. Los metalúrgicos han vuelto a marcar historia, la participación y el apoyo han sido determinantes para relanzar los temas de solidaridad y negociación colectiva. Ahora la fase de gestión e implementación del acuerdo en los lugares de trabajo y a nivel nacional no será menos importante y exigente”.
