Dieciséis días después de la votación del 4 de marzo, el mayor riesgo sigue siendo la falta de una mayoría homogénea, la consecución del ansiado 40%. Para Vincenzo Boccia, presidente en ejercicio de Confindustria, el objetivo de la política debe ser uno solo: garantizar la estabilidad, cueste lo que cueste, incluso a través de una gran coalición al estilo alemán.
Este es el mensaje lanzado por Boccia durante la asamblea general de Confindustria en Verona, un evento en el que participarán unos siete mil empresarios italianos, en ausencia de representantes políticos. Lo importante, según el órgano de representación de la empresa italiana, será tener gobierno inmediatamente después del 4 de marzo, evitando nuevas elecciones.
Un nuevo gobierno que, según Boccia, ante todo no debe dar pasos atrás con respecto a las reformas del gobierno Renzi: "La ley Fornero no se puede tocar", así como todas las medidas tomadas por el ex primer ministro y el actual presidente Paolo Gentiloni a favor del desarrollo del país: Ley de Empleo, Industria 4.0. Por lo tanto, no hay un paso atrás en comparación con el pasado reciente: esta es la fuerte señal enviada por Boccia.
Numerosas mesas redondas y debates sobre el futuro de la Italia empresarial tuvieron lugar durante el día en Verona, que abordaron tres temas principales: crecimiento, trabajo y deuda.
Ningún respaldo explícito de Vincenzo Boccia, sino solo la voluntad de trabajar por el bien común del país: "Las propuestas escuchadas hasta ahora son todas dignas de atención, pero tenemos que lidiar con los recursos y la cobertura y, por lo tanto, definir la prioridad". .
El camino recorrido hasta ahora sugiere un futuro prometedor para la industria italiana, y precisamente por eso Confindustria quiere desempeñar un papel de liderazgo de cara a las próximas elecciones, sin influir en los programas y elecciones de los partidos individuales, sino poniéndolos en guardia contra cualquier propuestas sin bases sólidas.
Según el plan quinquenal lanzado por Confindustria, los objetivos del país "se pueden lograr a través de la adquisición y uso de 250 mil millones de euros”. A esta suma se llega calculando que Europa, dijo Vincenzo Boccia, "podría aportar hasta 93 millones de euros liberando recursos para invertir en infraestructuras, formación, investigación e innovación", mientras que el sector privado "podría aportar hasta 38 millones de euros invirtiendo en la economía real y centrándose en objetivos de política económica”.
Además, se podría actuaren el presupuesto público aportando hasta 120 millones de euros”. 'Si no se desmantelan las reformas fundamentales y se pone en marcha un programa a medio plazo basado en la modernización, la simplificación y la eficiencia, es posible obtener en un plazo de 5 años: más de 1,8 millones de ocupados más, una reducción de más de 20 puntos en la ratio entre deuda pública y PIB, un crecimiento acumulado del PIB real cercano a los 12 puntos porcentuales y un crecimiento de las exportaciones consistentemente superior a la demanda mundial”, concluyó el presidente de Confindustria.
