La crisis siria, los efectos en el Líbano y el terrorismo de Isis fueron ayer el centro de una conferencia organizada por SIOI (Sociedad Italiana para la Organización Internacional), la escuela de los futuros demócratas. El debate contó con la presencia del periodista y bloguero Matteo Bressan, la periodista de RaiNews 24 Laura Tangherlini, el analista estratégico Alessandro Politi y el presidente de SIOI, ex ministro de Relaciones Exteriores, Franco Frattini. El tema en torno al cual se articularon las intervenciones de los expertos es el de los efectos colaterales de la crisis siria que ha producido graves consecuencias en la zona de Oriente Medio - Líbano in primis. Entre otros, se examinaron las causas de la emergencia humanitaria y el papel relativo de Hezbolá. La ocasión para el análisis de esta situación surge de la publicación del libro firmado por los mismos relatores Tangherlini y Bressan, titulado "Líbano en el abismo de la crisis siria" con una introducción de Alessandro Politi.
Abrió el debate el presidente Franco Frattini, quien recordó que en unos días se cumplirán 4 años desde que estalló la crisis siria, que se cobró unas 300 víctimas y millones de desplazados y refugiados. “Las diversas crisis de Oriente Medio hasta ayer separadas con reivindicaciones diferenciadas, hoy se convierten en una única reivindicación bajo la égida de la unificación del mundo islámico a través de los califatos - de los cuales el de Al Baghdadi es sólo el más famoso y el mejor financiado” – subraya Frattini inmediatamente. Precisamente la financiación de los grupos terroristas es un punto central para entender estos hechos. Tráfico de drogas, de armas, de seres humanos, oscuros movimientos financieros que acaban en manos de terroristas, pero también y sobre todo países y organizaciones que financian abiertamente movimientos yihadistas y radicalistas. Estas son las principales fuentes de las que se nutren los fundamentalistas para financiar la toma del poder en toda la zona que se extiende desde Siria hasta Argelia.
“Entre las causas de este crecimiento exponencial de las crisis en el Levante, se encuentran ciertamente la subestimación y la incomprensión de los fenómenos que se estaban gestando. Como ministro de Asuntos Exteriores –continúa Frattini– hablando con el rey de Jordania, propuse una especie de Plan Marshall para el Mediterráneo, por un importe de 6 millones de euros financiado por la UE –que, sin embargo, no consideró adecuado pagar. Otra causa es la política de suministro de armas a los rebeldes sirios que acabaron fácilmente en manos de los yihadistas, que hoy se hacen llamar ISIS. Finalmente, la emergencia humanitaria que se vive en el Líbano es de suma gravedad. El Líbano se vio obligado a recibir a más de un millón de refugiados de la vecina Siria, en una situación política que era inestable, por decir lo menos".
Uno de los dos autores del libro, Matteo Bressan, al tomar la palabra de inmediato quiso subrayar cómo el Líbano ya era un terreno fértil para el crecimiento de los problemas de los que estamos hablando hoy. “Líbano, de hecho, atraviesa una crisis política que dura desde hace dos años: es un país que aún no tiene Presidente de la República y en los últimos diez meses ni siquiera ha tenido gobierno”- recordó Bressan. Además, “está claro que ha habido acuerdo de otros países de Medio Oriente para estabilizar esta inestabilidad política.
Para cerrar, Bressan llama la atención sobre el papel que ha tenido y podría tener la situación libanesa con el avance del Estado Islámico. “Las relaciones entre el Líbano de Hezbolá y la Siria de Assad se evidencian sobre todo en los convoyes sospechosos que cruzan la frontera entre ambos países. Algunos argumentan que los transportes contienen el arsenal químico de Assad sobrante del asegurado por la comunidad internacional. Otros que lo mismo está ahora en manos de los fundamentalistas de ISIS”. Sea como fuere, está claro que una situación similar complica aún más el desatamiento de los nudos de Oriente Medio.
El analista estratégico Alessandro Politi -autor de la introducción al libro de los dos jóvenes periodistas- centra su discurso en torno al trabajo de ISIS, destacando cómo Italia no está incluida en absoluto en los planes del califato. De hecho, las aspiraciones concretas de ISIS incluyen solo Siria, Irak e Irán, no Líbano, ni Arabia Saudita, ni Israel. “Los verdaderos problemas para Italia solo podrían surgir de una eventual toma de Argelia por parte de ISIS – comenta Politi. De hecho, una gran parte de nuestro gas proviene de allí, por lo que sería un problema si la fuente terminara en manos de terroristas”.
Para terminar, interviene la otra autora del libro sobre la situación libanesa, la periodista de RaiNews24 Laura Tangherlini. Su trabajo se ha centrado en el lado humanitario de la crisis y en torno a los temas relacionados con la integración social de los refugiados sirios en el Líbano. “Es poco probable que quienes han logrado ingresar al Líbano puedan instalarse legalmente en el tejido social de las comunidades libanesas – comenta el periodista. A menudo hay un fenómeno de agregación de refugiados sirios en áreas habitadas por libaneses pobres. Se desata así una guerra entre pobres que empeora cada vez más la solución”. Además, Tanghrlini señala que no hay campos de refugiados, por lo que los emigrantes desplazados se encuentran viviendo en ciudades de tiendas de campaña espontáneas, almacenes y granjas secuestradas. La ausencia de instalaciones de acogida para los refugiados se debe al temor de que se repitan las situaciones que llevaron al estallido de la guerra civil de veinte años que ha asolado el Líbano. “Finalmente – concluye el periodista – la posición neutral con respecto a la guerra civil siria adoptada por el gobierno libanés no se adapta a la necesidad del establecimiento de campos de refugiados”.
Otro problema es el de los reasentamientos: solo 38 refugiados han sido sorteados en otros países como Alemania, España e Inglaterra –Rusia y Japón no han facilitado datos”.
