La Unión Europea lanza el proyecto de bonos comunitarios, bonos diseñados para dar mayor estabilidad financiera a los países de la Eurozona y la Unión Europea. Los 'Bonos de Estabilidad' han sido presentados hoy en Bruselas por el presidente de la Comisión Europea, Josè Manuel Barroso, y por el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Renh. Contenidos en el 'Libro Verde de los Bonos de Estabilidad', el último capítulo del paquete elaborado por la Comisión Europea para el crecimiento, la estabilidad y el fortalecimiento de la gobernanza económica, estos bonos son actualmente una hipótesis sobre el terreno para hacer frente a la crisis.
“Creemos que la creación de un mercado común de bonos puede traer grandes beneficios a la UE”, dijo Barroso en rueda de prensa. Sobre el tema, ahora, “hay una primera contribución formal”, con la presentación de un documento que abre el debate. La esperanza es "tener un análisis claro y objetivo y una discusión que no se aborde con posiciones dogmáticas". La UE rompe así el tabú de los eurobonos renombrándolos Bonos de Estabilidad “para distinguirlos de otros bonos, como los bonos Proyecto, por ejemplo”, ha subrayado Barroso.
En la base del proyecto hay dos elementos clave, como explica Olli Rehn: por un lado los "posibles beneficios en términos de estabilidad, solidez financiera y eficacia del mercado", y por otro "la interacción entre los bonos de estabilidad y fortalecimiento de la gobernanza económica”. De hecho, se necesitarán otras medidas, porque por sí solas -prosiguió el portugués- “no resuelven nuestros problemas inmediatamente, ni pueden sustituir las reformas indispensables”.
Se están estudiando tres áreas de posible aplicación de estos bonos de la UE: una opción completa, con la sustitución de todos los bonos soberanos ("el fragmentado mercado de bonos soberanos está actualmente bajo tensión", remarcó Rehn), una opción parcial, con garantías conjuntas (la idea es una coexistencia entre 'bonos rojos' garantizados por los estados miembros y 'bonos azules' garantizados por la UE), y una opción parcial con garantías no conjuntas. Según Rehn, "la segunda opción daría una mayor garantía de estabilidad financiera, pero requeriría una modificación del tratado de la UE y, por tanto, tiempo para su implementación".
Sobre todo el capítulo del Bono de Estabilidad, "estamos lanzando una consulta amplia de todos modos", destacó el vicepresidente de la Comisión de la UE. Pero si Rehn ya deja claro cómo le gustaría proceder, Barroso en cambio no dice demasiado: "La Comisión no se ha formado una opinión propia actualmente" sobre el asunto. Ahora necesitamos escuchar a todos y "solo al final de las consultas", solo "en el momento apropiado" se levantarán las reservas. "Considerar nuestra medida como un acto contra algún gobierno de un país miembro sería absurdo", respondió el portugués a quienes le preguntaron si esta decisión podría tener repercusiones en las relaciones con Alemania, reticente a introducir vínculos comunitarios.
“Por mis contactos puedo decir que no hay oposición, al contrario hay interés”. Las reservas "están ahí, pero tienen que ver con el momento". Con esto, Barroso concluyó, “estoy feliz, porque significa que no hay reservas sobre el fondo”.
