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¿Cómo invertir los ahorros? Los diez errores que no debes cometer

Del blog AdviseOnly: para administrar bien sus ahorros, no necesita ser un Caballero Jedi o tener una maestría en Finanzas, pero debe evitar algunos errores triviales y no esperar milagros. Estas son las cosas que no debe hacer.

¿Cómo invertir los ahorros? Los diez errores que no debes cometer

La buena noticia es que no necesitas ser un Caballero Jedi o tener una Maestría en Finanzas para no salir lastimado con las inversiones: solo evita estos 10 errores muy comunes. 

1. No te preocupes por los costes

Lo dijimos en todos los idiomas: los costos pueden matarlo, financieramente hablando. Invertir 15.000€ a 30 años puede suponer un capital de 106.000€ si se hace con un ETF o fondo de inversión de bajo coste, y de 67.000€ si se hace con un fondo de inversión que tiene un TER del 2%. Lo ves por ti mismo.
Siendo realistas, el ahorro de costos es el único “almuerzo gratis” real que puede pagar como inversionista. Los productos financieros con altas comisiones suelen ser pistas falsas, solo piense en lo sobrevalorada que está la idea de gestión de Alfa.

2. Cambiar abruptamente el horizonte temporal

Suele funcionar así: has elegido una cartera asumiendo una cierta duración de la inversión, entonces el mercado "tose", un instrumento dentro de la cartera pierde un 5-6%, lees algunas opiniones negativas al respecto, te pones a temblar como un conejo y finalmente vender. Este cambio de horizonte temporal causa un daño monstruoso: por lo general, le hace perder aproximadamente la mitad de sus ganancias. Solución: invierte poco a poco y olvídate. No seas como el chico de la siguiente tabla...

3. No diversifiques

La diversificación solo es inútil si eres capaz de predecir el futuro y saber cuál será la mejor inversión. Si en cambio (como sospecho) no tienes habilidades de adivinación psíquica, entonces deberías diversificar un poco tu cartera. Pero sin exagerar.

4. Retraso en la inversión para la jubilación

Pregunta: ¿Le explicaron que el INPS tiene un patrón de funcionamiento demente? ¿Le queda claro que los trabajadores pagan por los que se jubilan, pero el número de jubilados está creciendo de manera insostenible en comparación con el número de trabajadores? ¿Y que por tanto la pensión pública es cada vez más un espejismo, sobre todo para los nacidos después de 1980? Bueno, si ha captado el concepto, corra a ponerse a cubierto.
Dormir debajo de los puentes cuando se es mayor no es bueno para la artrosis. 

5. Haz lo que diga el bróker de confianza

Si el banco, promotor o banquero empuja con vehemencia un producto, corre a comprobar sus costes: en 9 de cada 10 casos es el producto que más les conviene y, como puedes suponer, el más innecesariamente caro para ti. El rendimiento que obtenga pagará el precio (literalmente).

6. No leer bien los folletos y contratos

Por ley, los intermediarios están obligados a anotar todo. Tal vez de una manera pequeña y con ese lenguaje legal que te envía a la narcosis ya en la segunda línea. Pero tienes que leer todo, si no quieres malas sorpresas.

7. Compre pólizas vinculadas a unidades (y vinculadas a índices)

Estas pólizas se encuentran entre los productos financieros menos transparentes que se pueden encontrar, están acolchadas con fuertes comisiones a favor de quienes las venden (y volvemos al punto 1). El vendedor le contará muchas buenas historias sobre el cierre patronal y la seguridad del capital. Más allá de las fantasías, con una póliza unit-linked (o index-linked), en el 90% de los casos tendrás un producto caro, con fuertes penalizaciones en caso de desinversión anticipada y, tras 10 o 20 años de pagos, normalmente ser recompensado con una actuación decepcionante (pero, si te sirve de consuelo, habrás hecho feliz al hombre que te lo vendió).

8. Compra los bonos de tu banco

Los bonos bancarios suelen rendir menos que un BTP del mismo vencimiento, porque están cargados de cargos implícitos, es decir, costos. Entonces, son en promedio más riesgosos y menos líquidos. Y esto es aún más cierto para los bonos bancarios subordinados, cuyos tenedores, con la reciente entrada en vigor del bail-in, corren el riesgo de ser llamados a poner sus manos en sus carteras en caso de incumplimiento por parte del emisor. Antes de comprar estos bonos, estúdialos detenidamente, compáralos con un bono gubernamental o supranacional (como el BEI, BIS, etc.) y solo entonces decide.

9. Creer que puede hacerse rico con el comercio en línea

El colorido mundo del comercio en línea está repleto de gurús, que intentan convencerlo de que se hará rico gracias a sus fabulosos cursos o su sitio de pronóstico del mercado financiero. Sepa que tener éxito con el comercio es muy difícil: en la gran mayoría de los casos terminará perdiendo dinero y tiempo. Aprende a ahorrar e invertir, no comerciar (y sé cínico con estos pequeños piratas).

10. Escuchar a economistas, políticos, medios de comunicación

El ruido en tus oídos te distrae, elimínalo. Así que aquí, para ti y solo para ti, está mi lista personal de ruidos a eliminar.

  • economistas Piensa en lo poco que han acertado en la historia: por ejemplo, en 2009 no supieron reconocer la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929, a pesar de un sinfín de señales y, sobre todo, de que la recesión ya estaba en marcha.
  • Políticos. Salvo raras excepciones, los acontecimientos de cualquier Parlamento son animados, llenos de personajes divertidos y pendencieros que combinan todo tipo de cosas, pasando de crisis a soluciones repentinas, para luego volver a caer en crisis trágicas: tramas perfectas para sagas periodístico-televisivas. Generalmente el impacto en los mercados financieros de todo esto es bajo. Por ejemplo, a pesar de los turbulentos acontecimientos en la política italiana, la propagación siguió su camino, indiferente a todo excepto a las acciones del BCE. Pasando a hechos históricos significativos, piense que después del ataque japonés a Pearl Harbor en 1941 (que arrastró a los EE. UU. a la Segunda Guerra Mundial) el índice bursátil Dow Jones perdió solo un 6% (y en los siguientes 12 meses ganó un 2,20%). .
  • medios de comunicación en masa: periódicos, televisión. Te bombardean con un flujo constante de noticias y datos (a menudo explicados superficialmente), que te llevan a desviarte de tu camino de inversión (ver punto 2). Todos los días salen algunos datos económicos: a veces mejoran, otras veces empeoran, pero pocas veces impactan en tus inversiones en el futuro inmediato. Por ejemplo, durante la última recesión de la eurozona (que comenzó en marzo de 2012 y finalizó en junio de 2013), los mercados bursátiles de la eurozona tuvieron un rendimiento de alrededor del 13 %. Así que concéntrese en algunas cosas importantes, revise su cartera regularmente, lea bien, pero no sea paranoico por seguir las noticias.

La sencillez es una virtud.

Fuente: AdviseOnly

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