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Cine: “La Guerra” y los monos regresan al planeta Tierra

la revisión El noveno episodio de la famosa saga basada en El planeta de los simios de Pierre Boulle ha llegado a los cines. La guerra entre monos y humanos continúa, entre efectos especiales y sin restricciones. ¿Quién es el más humano? A veces surge la duda de cuál es la respuesta más correcta. También porque los monos tienen ojos casi humanos…

Cine: “La Guerra” y los monos regresan al planeta Tierra

1968 fue un año fundamental en la historia del cine: aparecen en las pantallas dos grandes películas que marcarán el hito de la ciencia ficción en la gran pantalla: "2001 Una odisea en el espacio" de Stanley Kubrick y "El planeta de los simios" de FJ Shaffner . De los primeros, cómo olvidar aquellas secuencias y, en particular, ese pasaje a cámara lenta de los huesos utilizados por los monos primero como herramientas y luego como armas. Abundante simbología, citas cultas, referencias filosóficas y religiosas para cada fotograma fílmico capaz de satisfacer todos los intereses. Cuando ves películas como esta, cuando las imágenes nos sintetizan y nos conducen a la gran riqueza de la cultura humana, la satisfacción es total y el gran cine entra con pleno derecho a las estanterías del saber humano. 

Tras la pista de estas dos películas fundamentales en la historia del cine, llegó a los cines hace unos días. La guerra - Planeta de los simios, el noveno episodio de la famosa saga basada en la novela de 1963 de Pierre Boulle.
 
La trama es conocida y consolidada: en un mundo futuro cercano la humanidad corre peligro de extinción y en su lugar podría afirmarse una civilización dominada por los monos. La guerra continúa y los pocos humanos capaces de sobrevivir intentarán resistir en un escenario postapocalíptico. Algunos quisieran ser "buenos" imaginando una convivencia pacífica, mientras que otros pertenecen irremediablemente al género "malo" y no ven otra salida que la guerra y el exterminio. En este caso, el protagonista Cesare, tiene la tarea de salvar a su pueblo de un supervillano despiadado y cruel. Por un lado compite la humanidad y, por otro lado, si se permite el neologismo, la "simplicidad". A veces hay dudas sobre quién merece ser apoyado. 
 
“Mira esos ojos casi humanos” es una frase central de la película que se centra fuertemente en el abundante pero no molesto uso de efectos especiales y en dos interesantes hilos narrativos: la mirada y la palabra. En el primer aspecto, tras más de cuarenta años de experiencia, el maquillaje de los actores ha alcanzado altos niveles de perfección donde, de hecho, los ojos tienen un papel decisivo en los procesos de comunicación. Hay quienes sostienen que uno se comunica primero con los ojos que con las palabras y, en esta película, con un uso frecuente de muy primeros planos de los rostros de los personajes, se percibe mucho más que muchos diálogos a veces inútiles. El uso de la palabra, de la posibilidad de comunicar se convierte en un paso posterior, complementario y, no en vano, un personaje de la película es una niña muda que, en cualquier caso, logra comunicarse con los monos. 

La Guerra es el complemento lógico, la pieza adecuada en el lugar adecuado en el mosaico de las películas que la precedieron. Tal vez redundante con citas –una sobre todo referida a Apocalypse Now con borrador del Coronel Kutz– pero impecable en la dosis de ingredientes cinematográficos que utiliza el director Matt Reeves. La tecnología de filmación digital utilizada en esta película hace que el espectáculo sea agradable y cautivador, y algunas escenas bien valen el precio de la entrada. Una verdadera lástima que películas de este tipo aparezcan en los cines durante el período de baja participación pero, para los fanáticos del género, sigue siendo un evento que no debe perderse.

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