China debe adoptar una política de equilibrio 'proactiva' (es decir, de apoyo), dijo el primer ministro chino. Los mercados han reaccionado positivamente, y el índice regional crece un 0,6%, mientras que yo futuros del mercado bursátil estadounidense indican un modesto optimismo. En efecto, la situación del presupuesto público en China, a diferencia de muchos países occidentales, es tal que deja espacio para medidas de estímulo: el déficit público ronda el 1,5% y la deuda pública en el 27% del PIB. Por tanto, China puede actuar como baluarte frente a un posible declive del ciclo mundial, dada su posición como la segunda economía más grande del planeta.
Las cumbres del G8 y europeas siguen girando en torno a la cuestión griega, pero lo cierto es que algo está cambiando en la forma de ver el problema. El enfoque 'austero' está a punto de dar paso a una relajación o al menos a una aplicación más gradual de las medidas. El euro siente que la marea está cambiando y ha dejado de caer. El yen tiende a fortalecerse, a pesar de que el Banco de Japón se prepara para comprar otro billón de yenes en bonos del gobierno.
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