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China: capitalistas rojos invierten en Francia, Dongfeng entra en el capital de PSA

El grupo cinee Dongfeng entra en el capital de Peugeot Citroën pero la operación no encuentra el consentimiento unánime en Francia donde las autoridades están a favor, mientras los industriales dan señales de preocupación - Ding Yifan, del Instituto de Desarrollo Global de Beijing, afirma que “ económicamente, China en Francia sigue siendo discreta”

China: capitalistas rojos invierten en Francia, Dongfeng entra en el capital de PSA

En París, el presidente Xi celebrará la entrada de Dongfeng en la capital de Peugeot Citroen, una operación que representa un rompecabezas francés: aprovechar el dinero chino sin que te roben.

Gracias a Dongfeng y esta participación de capital, “Peugeot Citroen está de vuelta en la gran carrera”, escribe la agencia de noticias Xinhua. En París, aunque se celebrará al presidente chino Xi que vino a presentar el acuerdo, el consenso no es tan unánime. Mientras por un lado las autoridades estatales aprueban la recapitalización de Pegeot, los industriales están preocupados. Jean-Dominique Senard, presidente de Michelin, confió a su amigo Philippe Varin, gran artífice de la fusión Pegeot-Dongfeng, que hubiera preferido “una solución europea”.

En cualquier caso, insiste Ding Yifan, subdirector del Instituto de Beijing para el Desarrollo Global, "económicamente, China en Francia sigue siendo discreta". En efecto, si Europa concentra más de un tercio de todas las fusiones y adquisiciones chinas en el mundo (unos 90 millones de dólares el año pasado, ocho veces más que en 2005), Francia se ha mantenido en gran medida a salvo de esta incursión china. De hecho, recibe solo el 7/8% de estas inversiones en Europa, frente al 33% en la dirección de Alemania y el 18% en el Reino Unido. Y aunque oficialmente hay 300.000 ciudadanos chinos, menos de 12.000 empleados en París y las provincias trabajan en nombre de empresas de China. El Hexágono es para estos capitalistas rojos sinónimo de estado de bienestar, presión sindical, normas administrativas rigurosas.

Por el contrario, la prensa oficial china suele definir a Francia como la "alfombra roja para los inversores chinos", celebrando que Hollande fuera llamado, durante su visita oficial a China en abril de 2013, a eliminar "todas las barreras y desincentivos a la inversión china en Francia.

Según las previsiones de la Dirección General de Competitividad, Industria y Servicios de Francia, el país podría recibir más de 2020 millones de dólares de flujos chinos cada año de aquí a 15. “Muchos empresarios están fascinados con Francia y reconocen la calidad y el nivel de formación de nuestra mano de obra”, observa desde Shanghái Emmanuel Gros, consultor sénior en el sector del banco de inversión Benoit & Associates, especializado en ayudar a las empresas chinas en Francia. “Creo que hay un momento francés, al igual que hubo un momento alemán”.

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