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Ciclismo: la temporada arranca con la Milán-San Remo, pero sin Alberto Contador

El deporte continuamente juzgado por dopaje se encuentra una vez más en el inicio de la temporada sin uno de sus grandes campeones: el español Alberto Contador de Saxobank fue descalificado (con muchas polémicas) hasta agosto, y también se perderá el Tour y los Juegos Olímpicos - Sábado 17 de marzo Milán-Sanremo: Cavendish y Cancellara favoritos.

Ciclismo: la temporada arranca con la Milán-San Remo, pero sin Alberto Contador

Mark Cavendish en caso de sprint finish e Fabián Cancellara en caso de un solo en los últimos kilómetros detrás o más allá del Poggio. Ellos son las dos grandes favoritos para la próxima Milán-Sanremo que abrirá la temporada de los grandes clásicos de la primavera el sábado 17 de marzo. Para ambos, el británico campeón del mundo que ya se presentó en gran forma en la Tirenno-Adriatica y el suizo que triunfó el pasado domingo en la sugerente carrera de los "White road" por los caminos de tierra del Sienese Chianti sería un bis. En el segundo grupo de favoritos junto al viejo pero siempre formidable español Oscar Freire (ya tres éxitos en la meta de Sanremo), se podrían colocar el australiano Matthew Goos (primero el año pasado), el velocista estadounidense Tyler Farrar y el revivido Tom Boonen - aunque solo sea por el honor de su país, Filippo Pozzato, quien en entrevistas recientes no oculta su ambición, a pesar del daño sufrido en su clavícula, de revivir la victoria obtenida en 2005. El belga Philippe Gilbert también habría entrado en este equipo por derecho. si la París-Niza de esta semana no se hubiera presentado en forma completamente precaria.

Mencionado el más popular, sin embargo, las sorpresas siempre están en la agenda. Y un ganador que nos haga decir "quién es este hombre" como el suizo Maechler en 1987 nunca puede ser excluido aunque no sea deseable para un ciclismo que nunca necesita un campeón que sepa repetirse para emocionar. Por eso, los que se preocupan por el mundo de las dos ruedas esperan que Sanremo tenga un noble vencedor como para hacer olvidar, si es que alguna vez es posible, que una vez más el ciclismo se ve obligado a afrontar una temporada sin su mejor representante, a saber, que Alberto Contador, sancionado por una traza infinitesimal no mejor comprobada de clembuterol surgida en el Tour de 2010. Una sentencia que llegó con más de año y medio de retraso, entre muchas dudas y ninguna certeza, que le arrebató a Contador no sólo la victoria del Tour hace dos años (a favor de Andy Schleck, el rival más autoritario del español) pero también la del Giro de Italia del año pasado (terminó por primera vez en la tabla de Michele Scarponi), aunque en la carrera rosa de la Gazzetta Contador, controló prácticamente todos los día, nunca ha sido atrapado.

De hecho, no hay deporte como el ciclismo que disfrute haciéndose daño como si sintiera la necesidad de expiar, más que nadie, el pecado original del dopaje. No cabe duda de que el dopaje en el ciclismo ha sido y sigue siendo (véase el sensacional caso de Riccò) una lacra recurrente que hay que perseguir y erradicar. Pero debido al espíritu talibán que se cierne sobre las canchas ciclistas – uno de los deportes más agotadores por la duración del esfuerzo – la dosificación de penas y castigos ha desaparecido por completo. Quitarle el Tour a Contador vale, pero ¿por qué el Giro también? Giro corrido y barrido por el corredor madrileño que había disputado habitualmente la carrera italiana mientras el TAS aplazaba mes a mes la decisión de si él o la ternera del famoso chuletón estaban realmente dopados.

Un lío cuyas consecuencias también corren el riesgo de pagar los organizadores del Giro de Italia que han elegido -una absoluta novedad- Dinamarca como sede para llevar a cabo las tres primeras etapas de la carrera rosa que comenzará en mayo. Una elección patrocinada también por Saxobank, el equipo danés, dirigido por Bjarne Riis en el que corre Contador. Hoy, de hecho, con su descalificación y la pérdida de los muchos puntos conseguidos por el as español, Saxobank ni siquiera se clasificaría para estar inscrito en el Giro y el Tour según la normativa vigente. Todo un enigma para un equipo que había ganado la clasificación por equipos del Pro Tour durante tres años y que solo tendrá de vuelta a su topman el 5 de agosto, justo a tiempo para que Contador, tras perder el Giro, el Tour y los Juegos Olímpicos de Londres, intente ganar la Vuelta. Pero así es el ciclismo de hoy en día donde el resultado de cada carrera está ligado no solo a la fuerza de las piernas sino a la respuesta de la probeta.

 

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