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Champions League, Real Madrid y Barcelona en la encrucijada

Encrucijada de temporada para los dos españoles, ambos derrotados en la ida por el Bayern de Múnich y el Chelsea - Guardiola es un psicólogo: para evitar que el ciclo se acabe, tiene que volver a motivar a sus muchachos y volver a montar el Blues de Di Matteo - Mourinho tiene entre manos la Liga pero no puede estar satisfecho: quiere ser recordado por traer de vuelta la Copa a Madrid.

Champions League, Real Madrid y Barcelona en la encrucijada

Dos días para entender si se acaba el ciclo del Barcelona y si se puede decir que el del Real Madrid es así. Las semifinales de vuelta de la Champions League suponen la encrucijada de la temporada para los dos españoles, que viven momentos diametralmente opuestos. Mientras que los de Mourinho, aunque derrotados en la ida ante el Bayern, el sábado pasado (por primera vez en Liga después de cuatro años) derrotaron a sus acérrimos rivales en el Clásico al hacerse con la Liga, para Guardiola en cambio son horas de gran fermentar. Sobre todo, de gran obra psicológica, algo en lo que siempre ha destacado el "filósofo", como irónicamente le llamó Ibrahimovic. Desde que era jugador y desde que, como entrenador, ha traído a casa 13 trofeos en cuatro temporadas, subiendo a la cima del mundo en dos ocasiones.

El Barça de Guardiola lo ha ganado todo, y por eso mismo, tras las derrotas ante Chelsea y Real Madrid, gran parte de la prensa española da por sentado que el ciclo ha llegado a su fin. Esta noche en el Camp Nou llega el último recurso: la Liga se esfuma (la diferencia con los blancos a falta de 4 jornadas es de siete puntos, demasiados), Queda para los blaugranas el primer objetivo de la temporada, esa Champions ya ganada en dos ocasiones por la mayoría de los jugadores de la plantilla. Que, precisamente por ello, puede que ya no tenga las motivaciones de hace unos años. O en cambio, como dice enojado Piqué (“La gente habla con demasiada facilidad, merecemos más respeto”), podrían sacar todo el orgullo de los vigentes campeones de Europa y del mundo en una sola noche.

El Chelsea, sin embargo, no se quedará de brazos cruzados. Después de una temporada que comenzó mal y ahora estaba comprometida en el frente de la Premier League, los chicos regenerados por Di Matteo también tienen muchas ganas de la final de Mónaco: de hecho, a diferencia del Barcelona, ​​los Blues nunca han ganado la Champions League y para muchos campeones como Lampard y Drogba esta podría ser realmente su última oportunidad.

El otro finalista se decidirá mañana: podrían ganar la jornada los alemanes del Bayern, ganadores de la ida dentro de los muros amistosos del Allianz Arena, donde también se disputará el último acto de la competición. Ocasión única para Ribéry y compañeros de jugarlo en casa. Pero el Real Madrid cree en ello: Mourinho ha ganado muy poco en España hasta ahora para su gusto y el de su afición. Sólo una Copa del Rey el año pasado. Y si es cierto que LaLiga está ahora en la caja fuerte, aún sería poco para definir el de la Especial en la capital ibérica como ciclo ganador. No será un triplete, como en el Inter, pero el primer gol fue y sigue siendo la Champions. Una obsesión, quizás, más que un objetivo. Y mientras un ciclo (quizás) termina, otro aún espera ser abierto. Entre martes y miércoles, si el Chelsea y el Bayern lo permiten, se escribe la historia del fútbol español.

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