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También hay una 'Via del Tè', y su historia es maestra de vida

La historia del camino por el que se transportaba el té chino hace siglos es un ejemplo de bienestar y conciliación. A lo largo de ese camino se produjeron numerosos intercambios entre China y Mongolia.

También hay una 'Via del Tè', y su historia es maestra de vida

No solo existe la 'Ruta de la Seda', también existe la 'Ruta del Té': hace cinco siglos, el té chino fue transportado por miles de camellos desde China a Mongolia y Rusia a lo largo de una carretera de 10 kilómetros. Para el escritor chino Deng Jiugang, la historia de esta ruta, su ascenso y caída, no es solo de importancia para los historiadores profesionales. Esa historia enseña paz y reconciliación, enseña cómo los intercambios promueven el bienestar y la comprensión.

En 1571, el líder mongol Altan Khan logró, a través de negociaciones, abolir el bloqueo de la 'Ruta del Té' introducido por la dinastía Ming, un bloqueo que también impedía el acceso al mineral de hierro, algodón y semillas chinas. Esto condujo al comercio pacífico entre China y Mongolia, y más tarde hizo posible el comercio entre China y Rusia a través del desierto de Gobi.

En los años más florecientes de la 'Ruta del Té', en el siglo XVIII, unos 200 camellos pasaban cada año por Hohot, el 'hub' de esa ruta. Cada camello llevaba hasta 180 kilos de carga. Filiales de casas comerciales de Rusia, Gran Bretaña, Francia, Suiza y Japón llenaron las calles de Hohot, ahora la capital de la región china de Mongolia Interior. 


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