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Calciopoli, pinchazo en los árbitros: el exjefe Bérgamo tendrá que pagar un millón a la FIGC

El más culpable según la sentencia del Tribunal de Cuentas de Lazio es Paolo Bergamo, condenado a pagar 1 millón de euros – Detrás de él están Pairetto y Mazzini, que deberán pagar 800 y 700 euros respectivamente – El abogado de Mazzini critica: “ La ley disponía que teníamos que esperar a la conclusión del proceso penal”.

Calciopoli, pinchazo en los árbitros: el exjefe Bérgamo tendrá que pagar un millón a la FIGC

Aunque han pasado más de seis años, el jarrón del Calciopoli sigue lleno de venenos y polémicas. Para difundirlos en el mundo del fútbol, ​​con todas las consecuencias del caso, basta con levantar la tapa, y eso es precisamente lo que ha hecho el Tribunal de Cuentas de la Lazio. La máxima indemnización de 4 millones a la FIGC por daños a la imagen ciertamente no podía pasar desapercibida, también porque la lista de condenados es de las que hace ruido. Está un exvicepresidente federal como Innocenzo Mazzini, está el expresidente de La Haya Tullio Lanese, están los designadores de árbitros de la época Paolo Bergamo y Pierluigi Pairetto, además de una seguidilla de exárbitros con nombres altisonantes. En pocas palabras, la mayoría de los líderes futbolísticos de la época tendrán que depositar dinero en las arcas de la FIGC. El más culpable según la sentencia es Bérgamo, condenado a pagar 1 millón de euros. Le siguen de cerca Pairetto y Mazzini, que deberán desembolsar 800 y 700 euros respectivamente, mientras que la medalla de madera la comparten Lanese y De Santis, ambos multados con 500 euros. Cifras pesadas, establecidas sobre la base de las responsabilidades y el daño a la imagen del fútbol italiano tras el escándalo, todo ello cuantificado a través de criterios al menos cuestionables: la caída de las quinielas, las apuestas, el atractivo del campeonato y los espectadores presentes en el estadios.

Obviamente las reacciones no se hicieron esperar, y como era de esperar fueron bastante fuertes. Destaca sobre todo el de Paolo Bertini, que comentó con ironía: "Deberíamos ir a ver quién firmó la disposición y luego ir a la web de la FIGC". Dicho y hecho, y de hecho causa sensación ver el nombre de Iván De Musso, miembro de la justicia deportiva, en este caso magistrado del Tribunal de Cuentas. Conflicto de intereses aparte, la sentencia sorprende porque condenó a personas absueltas de juicios deportivos y penales. Este es el caso del propio Bertini, pero también de Gabriele, que deberá pagar a la FIGC 50 mil euros. Incluso los tiempos eran contradictorios, al menos según el abogado defensor de Mazzini: “La ley establece que debemos esperar la conclusión del proceso penal – declaró el abogado. – En cambio, la sentencia llegó cuando el proceso de Nápoles todavía está en curso”. Por último, cabe señalar el comentario picado de Bérgamo: "No he dañado la imagen de la Federación de Fútbol y del Estado, y en Nápoles renunciaré a la prescripción para continuar mi batalla legal". Ningún comentario en cambio de la Juventus, un silencio que muchos han interpretado como polémico; por otro lado, incluso los bianconeri han presentado una demanda de indemnización (¡de más de 440 millones!), pero después de año y medio todo está en silencio. El siguiente capítulo es la apelación a las Cortes Unidas, cuando, estamos seguros, los venenos de una historia destinada a causar sensación por mucho tiempo volverán a aflorar.

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