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Brexit, desastre en camino: la libra hundirá la City

El crecimiento británico está drogado y los nudos llegan a un punto crítico: el hundimiento de la libra es el de profundis de la City y el sector de servicios avanzados, que se consolidaba como la columna vertebral de la economía británica, también sufrirá un duro golpe. Los británicos entenderán haberse engañado a sí mismos

La previsión de crecimiento del PIB en 2016 para el Reino Unido es del 2,1%, la de la Eurozona es del 0,3%. Por lo que debemos concluir que ¿Fue Brexit la elección correcta para el Reino Unido? La respuesta es no. El crecimiento a través del Canal está drogado por políticas excesivamente expansivas mientras que la de la eurozona está deprimida por una combinación de políticas que, en general, siguen siendo restrictivas.

Tan es así que el saldo de la cuenta corriente (es decir, exportaciones menos importaciones) del Reino Unido en 2016 tendrá un déficit colosal de más del 6% del PIB, mientras que, por el contrario, la zona euro tendrá un superávit de alrededor del 3% del PIB. No es sorprendente que la libra se esté derrumbando bajo el mayor ataque especulativo desde 1992. Brexit fue una elección visceral y los nudos están llegando rápidamente a un punto crítico.

Se recordará que Cameron había utilizado el referéndum de salida como herramienta de negociación para obtener condiciones más favorables de la Unión Europea. Pero, como a veces les sucede a los ilusionistas inexpertos, son ellos mismos los que acaban en sus propias trampas, los que se autoengañan. El hundimiento de la libra es el de profundis de la City: nunca he visto un centro financiero global con su propia moneda débil.

Y, con la Ciudad, todo el sector de servicios avanzados se verá muy afectado, que se consolidaba como la verdadera columna vertebral del Reino Unido. En resumen, un auténtico desastre. La mayoría ignorante y desinformada de los votantes británicos, liderada por una élite indigna, antes y después del Brexit, de las grandes tradiciones de ese país se ha ilusionado con poder volver a un pasado glorioso que no existe (ni puede existir) más.

Se engañó a sí misma pensando que las grandes afluencias de extranjeros estaban quitando puestos de trabajo a los nativos.. En cambio, fue todo lo contrario: gracias a la gran apertura, flexibilidad y relativa eficiencia, la economía británica atrajo talentos cuyos trabajos "creativos" también mantuvieron vivos los trabajos "cualesquiera" de la mayoría de los nativos. Una buena política hubiera evitado convocar a esos espíritus.

Pero ya hace 700 años Ambrogio Lorenzetti, ante eso del buen gobierno, pintó la alegoría del mal gobierno. Y así fue esta vez. Uno solo puede esperar que la Unión Europea dirigida por Alemania no responda a los actos imprudentes del actual liderazgo británico que ese país no merece. De lo contrario, en cuanto a los personajes de Italo Svevo, autoengaño conducirá a la autodestrucción.

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