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Brasil, la Copa del Mundo coincide con los economistas: "Ningún beneficio del evento, al contrario..."

De Standard & Poor's a Moody's, de Euler Hermes a la OCDE, los analistas financieros coinciden: Brasil no se beneficiará de la organización de la Copa del Mundo y su economía se está desacelerando bruscamente – El gasto público y la inflación están aumentando, la industria y las inversiones se mantienen en un estancamiento: las materias primas están bien pero no son suficientes para impulsar las exportaciones.

Brasil, la Copa del Mundo coincide con los economistas: "Ningún beneficio del evento, al contrario..."

Brasil, a la espera de convencer a su afición en el campo y tratar de traer la Copa del Mundo de vuelta a casa después de 12 años, por su parte pone de acuerdo a los analistas financieros: la organización de la Copa del Mundo, esperada a 64 años del "trágico" de 1950, no traerá beneficios a la economía de la ahora ex locomotora brasileña. Lo dice todo el mundo: desde Standard & Poor's, que ya en marzo rebajó Brasilia a BBB- (a un paso de la categoría "especulativa") hasta Moody's, que estima las inversiones para la Copa del Mundo en apenas el 0,7% del total para el período 2010 -2014, a Euler Hermes, quien evalúa el impacto del evento (junto con el de los Juegos Olímpicos de Río 0,2) sobre el PIB de los próximos dos años en tan solo 2016 puntos. El mismo crecimiento registrado por el gigante verde-oro en el primer trimestre de 2014, que supone menos del 2% anual, muy lejos de las glorias de 2010 (+7,5%) y también de los años 2011 y 2013, en la cual transitamos entre 2,5, 3 y 2014%. En 2,3 todavía está pronosticado en 1,6% por el gobierno, pero solo entre 1,8 y XNUMX% por los economistas.

En resumen, el país de 200 millones de habitantes, sexta economía del mundo con 2.200 millones de dólares de PIB, no consigue acelerar justo en el momento más esperado. De hecho, disminuya la velocidad. Nos lo recuerda también la OCDE, que recita otros datos actualizados a los primeros meses del año: gasto en inversión -2,1%, consumo -0,1% (primer descenso trimestral tras tres años consecutivos al alza), producción industrial -0,8%. Paradójicamente pero no demasiado, solo mejora la producción agrícola: +3,6%, gracias a las materias primas, que sin embargo por sí solas no pueden sostener las exportaciones: "Café, azúcar, soja y frutas no son suficientes para impulsar las exportaciones - explicó Jens Arnold, jefe de la oficina brasileña de la OCDE -: sí, la economía ha perdido impulso”.

Para alimentar aún más el clima de desconfianza está la el gasto público, que en cambio sigue creciendo, impulsado no sólo por los muy disputados 11 millones de dólares asignados por el gobierno para la organización de la Copa del Mundo, pero también por los programas sociales que Dilma Rousseff se ve obligada a apoyar de cara a las elecciones de octubre, cuando, a juzgar por los abucheos del partido inaugural en Sao Paulo, corre serio riesgo de no ser confirmada. Gasto público y debilitamiento del real son también, si se juntan, sinónimos de inflación: según el estudio de Euler Hermes, en 2014 los precios al consumidor subirán medio punto porcentual hasta el 6,3%, acercándose peligrosamente al umbral de alarma fijado por el gobierno al 6,5%.

Y el Mundial, por tanto, ayudará menos de lo esperado: si de hecho el ministro brasileño del Deporte, Aldo Rebelo, estima una influencia en el PIB (+0,4) del doble que la de los analistas de Euler Hermes, y se estima en 3 millones de euros la gasto turístico de los 600 visitantes extranjeros y los 3,3 millones de ciudadanos locales que se desplazarán en estos 32 días, no será ni siquiera suficiente para revertir el rumbo de quiebras de empresas, que aumentaron un 2014 % en 9 y se estima que crecerán otro 3 % en 2015. A pesar de todas las actividades relacionadas con las nuevas infraestructuras, que en cambio parecen ser el espejo del fracaso, como también se puede ver en la decisión del gobierno de declarar un día festivo con motivo de todos los partidos de Brasil, indicativo de cuán débil es la red de transporte. es e infraestructura en un país 16 veces el tamaño de Francia. El riesgo real, más allá de los datos, lo explica Moody's: “Las tres principales criticidades son la burocracia, los problemas organizativos y la inestabilidad política y social. Brasil no está aprovechando la Copa para mejorar su reputación".

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