La era de Ricardo Teixeira terminó con una carta de renuncia, oficialmente por motivos de salud, polémico personaje del fútbol verde y oro. Su lugar ya lo ocupó el vicepresidente de la CBF, la Federación Brasileña de Fútbol, José Maria Marin, de 79 años. Le tocará llevar al país rumbo al Mundial 2014 y ya prometió que dará continuidad al trabajo de su antecesor.
La suya fue una gestión muy polémica, con algunas luces y muchas sombras. Durante los 23 años en los que presidió el fútbol verde y oro, puso en orden las cuentas de la Federación de Fútbol, registrando un patrimonio de 2010 millones de euros en 35. En los años 90 reorganizó los campeonatos del país introduciendo el grupo "a la italiana", a petición de la opinión pública, y creó las condiciones para que patrocinadores y televisiones hicieran mayores inversiones en el mundo del fútbol. Entre sus éxitos también la creación de la Copa do Brasil que permitió a los clubes más pequeños ganar un espacio en torneos internacionales. Pero sobre todo, el mérito de haber devuelto la organización del Mundial a Brasil después de 64 años. Tampoco hay que olvidar los dos títulos (1994 y 2002) conquistados por la Selecao.
Y uno de los protagonistas del Mundial de América expresó toda su satisfacción tras la renuncia de Teixeira: "Hoy podemos festejar – exbombardero Romario, ahora parlamentario, comentó con dureza en Facebook Hemos erradicado el cáncer del fútbol". De hecho, el exjefe del fútbol verde y oro ha estado en el centro de numerosos escándalos, investigaciones periodísticas y comisiones parlamentarias que a lo largo de los años han intentado esclarecer episodios de corrupción, facturas falsas, contrabando y blanqueo de capitales en paraísos fiscales. Después del enésimo caso revelado en febrero por el diario Folha de S. Paulo, los reflectores se habían vuelto hacia él. La dimisión sería consecuencia de las últimas sospechas que han comenzado a cernirse sobre el hombre más importante del fútbol brasileño. De hecho, su incómoda posición corría el riesgo de crear más fricciones en las relaciones entre la FIFA y el gobierno brasileño, que la semana pasada fue duramente criticado por el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, debido a los retrasos en las obras para la próxima Copa del Mundo.
Por otro lado, otro protagonista de 1994, Bebeto, lamentó su renuncia.Si bien en el campo fue compañero habitual de Romario, en las declaraciones oficiales se desmarcó por completo del ex mellizo del arco. Así como Ronaldo, gran aliado y defensor del patrón futbolístico: “Lamento la renuncia de Ricardo Teixeira – dijo el Fenómeno – pero debemos respetar su decisión de cuidar la salud y la familia. Termina una era histórica para el fútbol brasileño y se abre otro paréntesis en medio de una etapa delicada. El próximo Mundial está a la vuelta de la esquina y habrá que ver cómo la Federación de Fútbol, ahora sin su jefe, completa los preparativos.
