comparte

Bolsa, bonos, divisas, turismo, exportaciones: lo que cambia para los italianos tras la crisis griega

¿Qué cambia para los italianos tras la nueva crisis griega? Esto es lo que puede pasar en el mercado de valores, cuáles serán los riesgos en el mercado de bonos, qué cambiará para la deuda italiana, para la moneda única pero también para aquellos que están a punto de irse de vacaciones a Grecia o para las empresas italianas que exportan a Atenas.

Bolsa, bonos, divisas, turismo, exportaciones: lo que cambia para los italianos tras la crisis griega

Casi cuatro años después del frustrado por Mario Monti, Italia revive la pesadilla de un fracaso europeo. Esta vez de forma indirecta, porque el default en cuestión es el ya inminente de Grecia, que el sábado rompió negociaciones con el Eurogrupo y convocó, a instancias de su primer ministro Alexis Tsipras, una referéndum popular el próximo domingo decidir si aprueba o no las propuestas europeas y, al final, si se queda o no en la eurozona, y quizás en la propia Unión Europea.

La jugada de Tsipras abre escenarios inquietantes, inesperados hasta hace unos días, y ciertamente inéditos: en la joven historia de la moneda única, ningún país ha abandonado nunca el euro como moneda. El peligro es que suceda en Atenas: aunque el BCE de Mario Draghi prepara cualquier tipo de paracaídas para evitar un desastre, concediendo financiación hasta el martes del fondo de emergencia Ela al banco central helénico, el primer ministro Tsipras ha ordenado la cierre de los bancos y la Bolsa de Valores de Atenas para hoy, que podría extenderse por toda la semana.

DEUDA - Pero, ¿cuáles serán las consecuencias para la economía italiana? El ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, tranquilizó a todos y dijo que "no hay riesgo de contagio para Italia". Roma está expuesta a préstamos a Grecia por unos cuarenta mil millones de euros (37,2 millones en concreto, de los cuales 10 en préstamos bilaterales y 27,2 en el Fondo de Ahorro del Estado, a devolver en 2020 y 2023), pero la situación del país es muy diferente desde el de 2011: las cuentas públicas están en equilibrio con el déficit/PIB, nuevamente por debajo del 3%, la senda de la deuda será descendente a partir del próximo año y el crecimiento, aunque todavía débil, está definitivamente en el horizonte. A todo ello hay que sumar la política expansiva del BCE, que con su Quantitative Easing, la compra masiva de bonos del Estado, además de luchar contra la deflación también actúa como escudo anticontagio a las (inevitables) tensiones en los mercados, frena la subida de tipos y defiende la estabilidad del euro.

BOLSA DE VALORES Y DIFERENCIALES – Entre los posibles efectos, por no decir probables, se encuentran una ampliación del diferencial y un repunte de las tasas BTP, así como un retroceso o caída casi seguro en la Bolsa, luego de un repunte de seis meses: Piazza Affari a partir del 1 de enero hasta la fecha había ganado un 23%, una de las mejores puntuaciones entre las listas europeas. Los títulos más golpeados serán inevitablemente los banqueros, mientras que los industriales pueden salvarse. Para las carteras de los inversores es recomendable, por tanto, optar por bonos a corto plazo y una buena diversificación, quizás centrándose en divisas distintas al euro, como el dólar y la libra.

EXPORTACIONES – Grecia es un país al que Italia no está especialmente expuesta en términos de exportaciones: se trata en su mayoría de nuestros fabricantes de máquina-herramienta, proveedores por ejemplo de la industria agroalimentaria, que podrían tener problemas porque los pagos de las empresas griegas clientes serían cancelados y sin cobertura de seguro adecuada que recuperará de su bolsillo. Sin embargo, el riesgo está contenido porque, como señalan varios economistas, las empresas italianas ya abandonaron el país griego desde hace varios años: especialmente las constructoras, que fueron las más presentes ante los signos del caos en Atenas y sus alrededores. Según Intesa Sanpaolo, la participación de las exportaciones italianas a Grecia es del 0,9%, que cae al 0,2% en comparación con el PIB.

VACACIONES - El verano ha comenzado y para algunos las vacaciones están a la vuelta de la esquina. No pocos, dadas las maravillas de las islas griegas y sus precios notoriamente asequibles, ya han especulado o reservado unas vacaciones en el mar Egeo. Pero, ¿cómo debemos comportarnos? Los más alarmistas hablan de la necesidad de obtener un pasaporte, pero no debería ser necesario: en el peor de los casos, Grecia solo podría salir de la moneda única y no de la Unión, o en todo caso volver a entrar en los acuerdos de Schengen. (como Suiza y Noruega, por así decirlo).

En cambio, la cuestión del dinero es más preocupante: yoEl consejo es llevar un poco más de efectivo que antaño (el techo sin tener que declararlo es de 10 mil euros), en el -probable- caso de que se pida pago en efectivo y no sea posible retirar del cajero. Las autoridades griegas han dejado claro que el bloqueo de retiros en cajeros automáticos afecta a los ciudadanos residentes y no a los titulares de cuentas en el extranjero, como los turistas. Sin embargo, a pesar de las restricciones introducidas por el gobierno para los griegos que no pueden sacar más de 60 euros al día, el riesgo es que todavía haya una reducción de la liquidez. La tarjeta de crédito no debería dar problemas, pero el débito siempre se hace después de la compra por lo que existe el riesgo de que cambien las comisiones o incluso de que haya cambio si Grecia sale del euro. Otra posibilidad es que, dados los problemas con los bancos, los hoteles y restaurantes no acepten tarjetas por miedo a no recibir los pagos.

Revisión